Las matemáticas son el alfabeto con el cual Dios ha escrito
el Universo
Galileo Galilei. Pisa, La Toscana 1564~1642. Astrónomo,
filósofo, ingeniero, matemático y físico italiano del Renacimiento
El cinturón de Asteroides,
se formó en la nebulosa protosolar[1] formada al mismo tiempo que se hizo el Sistema Solar. Es una
región del Sistema Solar situada entre las órbitas de Marte
y Júpiter, que alberga una infinidad de objetos astronómicos[2] de forma irregular a los que se denomina asteroides.
No obstante no todos los asteroides son cuerpos absolutamente “primigenios” [es decir que no procede su formación
del mismo instante en que se creo el Sistema Solar], conclusión a la que han
llegado los astrónomos por las diferencias obtenidas en su composición, y por
lo que han sido clasificados en tres categorías esenciales:
► asteroides
metálicos o del tipo M,
► asteroides
carbonáceos o
del tipo C, y
►
asteroides de silicatos o
del tipo S.
Los asteroides
son por definición cuerpos de naturaleza metálica,
carbonácea, silícea
y de diversas naturalezas, que tienen una dimensión
inferior a la establecida para un planeta. En el caso de nuestro sistema
se ha adoptado como parámetros el que sea inferior
a Ceres con sus 952,4 kms. de diámetro, y superior a los llamados como meteoroides
o meteoros, cuya dimensión máxima establecen
los astrónomos en los 100 metros de diámetro máximo. Ésa es la distinción que
diferencia a los Asteroides de los Meteoroides.
1. NEBULOSA PROTOSOLAR: es la nube de gas o disco de acrecimiento en la que se formó el Sistema Solar. La hipótesis fue propuesta por el
filósofo alemán Immanuel Kant quien hipotetizó
que la nebulosa solar rotaba lentamente en su origen, se fue condensando al
enfriarse y aplanando gradualmente por el efecto combinado de las fuerza
centrífuga y de la gravedad, formando con el tiempo, la estrella central y los
planetas. Pierre-Simón Laplace la formuló más
detalladamente en 1796.
2. OBJETOS ASTRONÓMICOS del
Sistema Solar: 1 Estrella; 8 Planetas mayores; 5 Planetas Enanos [y
docenas pendientes de inclusión]; 400 satélites naturales; 587.479 Planetas
Menores, 3.153 Cometas, 19 Satélites Asteroidales y cientos de millones de
cuerpos, centauros y polvo cósmico de dimensión muy variable situados en los
cinturón de Kuiper y la nube de Oort. A principios del 2016 fue publicado un
estudio sobre la posible existencia de un noveno planeta en el Sistema Solar,
al que se dio el nombre provisional de PHATTIE.
3. UNIDAD ASTRONÓMICA (ua, au): se denomina a una longitud
igual a la de la distancia media entre la Tierra y el Sol, que se estima en 149.597.870.700 metros
o lo que es igual a 149,598 millones de kilómetros.
4. CINTURÓN DE KUIPER [El]: conjunto de cuerpos astronómicos de
carácter cometario que orbitan entre las 30 UA y las
50 UA. Recibe el nombre en honor de Gerard
Kuiper que predijo su existencia en los años 60 antes de su verificación
astronómica y 30 años antes de las primeras observaciones sobre estos cuerpos,
que pertenecen al grupo de los llamados objetos transneptunianos [TNO] que se
sitúan tras la órbita de Neptuno y con dimensiones entre los 100 y los 1000
kms. de diámetro.
5. NUBE DE OORT [LA]: también llamada como nube de Öpik-Oort, es una nube esférica de cometas y
objetos transneptunianos que no ha podido ser observaba directamente y que se
encuentra ubicada entre las 100.000 ua y 1,5 años-luz
del Sol en los límites del Sistema Solar. Se ha calculado
estadísticamente que puede haber hasta cien billones
de cometas.
El cinturón,
se encuentra situado entre las 2 y 4 ua[3] [300 a 600
mill.kms] y está formado por miles de millones de objetos irregulares, que en su
mayor parte son de una menor dimensión y de partículas de polvo. A esta región
se la denomina como “cinturón principal” con el
fin de distinguirlo de otros cuerpos menores que se encuentran en el Sistema Solar,
como por ejemplo el cinturón de Kuiper[4] o la nube de Oort[5].
El denominarlos como “anillo
o cinturón” no nos debe confundir con la imagen de un medio densamente
formado, dado que no se trata de un medio “denso”,
y el espacio existente entre los cuerpos/partículas que forma el anillo no es
posible de definir, al poder estar estos objetos separados entre sí miles o
cientos de miles de kilómetros.
A este cinturón de
asteroides que orbitan entre Marte y Júpiter se le unen también los
clasificados bajo otras denominaciones como los:
§ Neo´s[6] : o
asteroides cercanos a la
Tierra.
§ Troyanos[7] : que se
mueven en la órbita de Júpiter, entre los denominados
concretamente como los
“dos puntos de Lagrange”.
§ Centauros[8] : que orbitan
externamente al Sistema Solar, y los denominados como
§ Coorbitantes de la
Tierra : que han sido capturados
por la gravedad del planeta, en Orbitas de acercamiento y
alejamiento de largos
períodos de tiempo y de ahí su denominación.
6.
NEO: un “near-earth
object” o NEO es el acrónimo de un objeto cercano a la Tierra. Son cometas o
asteroides atrapados por la fuerza gravitacional del Sol o de otros planetas
dentro del Sistema Solar. Sus órbitas a veces se comportan de manera caótica,
dejándolos cercanos o en línea de impacto con la Tierra, suponiendo un
riesgo a controlar.
7. TROYANO [Asteroide]: son,
según las últimas teorías, son asteroides que se formaron en la misma región
del sistema solar en que se formó Júpiter, y se incorporaron a su órbita cuando
el planeta se encontraba todavía en formación. En su última fase de formación,
Júpiter tuvo un crecimiento descontrolado de su masa, crecimiento que se
prolongó unos 10.000 años, tras lo cual multiplicó su masa por diez. Los
planetesimales y asteroides en órbitas cercanas fueron capturados por su campo
gravitatorio que se hizo cada vez más intenso en el planeta gigante. El termino
se suele referir a los asteroides troyanos de Júpiter que son la inmensa
mayoría, aunque también se han hallado algunos en las órbitas de Marte y
Neptuno. Hasta abril de 2010 en nº de los conocidos e identificados ha superado
los 4000, y de ellos tan sólo 10 no pertenecen a Júpiter.
8. CENTAURO: es un tipo de cuerpo menor del
Sistema Solar, caracterizado por comportarse como los asteroides y cometas,
cuya formación pudo realizarse en la zona próxima a la extensa constelación de
Centaurus que se encuentra al norte de Crux y en el extremo norte de la
Vía Láctea. Los Centauros cruzan las
órbitas de planetas gigantes, siendo sus órbitas inestables dentro de la escala
del tiempo de 106 a 107 años.
Los Meteoritos y Meteoroides,
como hemos citado, son cuerpos rocosos menores a los 100 metros de diámetro y a los que se denomina también como “bólidos” porque pueden
alcanzar la superficie del planeta, dejando en su trayectoria una estela
al vaporizarse su masa total o parcialmente con la atmósfera, estela a la que
se denomina “meteoro” y de ahí su nombre. Los Meteoroides se clasifican hasta los 50 m. de diámetro.
Esa masa de protoplanetas[*9] de forma general son considerados
esencialmente como “primigenios”, es decir, se
consideran como cuerpos materiales datados en los primeros pasos de la
formación del sistema solar, y que no llegaron a configurarse como planetas
seguramente a consecuencia de las perturbaciones originadas por Júpiter.
Su masa total, en su mayor parte se encuentra
contenida en tan sólo cinco planetas enanos, como Ceres con sus 952,4 kms.
de diámetro el más masivo de todos, y los protoplanetas
como Palas [el segundo en dimensión con 545 kms. de diámetro] Vesta
[530 kms.], Higia [470,1 kms.]y Juno[233,9 kms.].
Todo el material que compone este cinturón de Asteroides no alcanza el 4% de lo que supone la masa lunar, situándose
éstos muy dispersos y separados entre sí, lo que hace muy difícil una
posible colisión entre ellos y su salida de la órbita en la que se encuentran.
Aunque a veces se producen acciones por la influencia de Júpiter, por las que podrían salir despedidos de su
trayectoria y dirigirse a la Tierra, que únicamente nos defiende
de su acción con la atmósfera.
Tras el cinturón de
Asteroides[10] se sitúan los ya definidos planetas jovianos][11] o gasesosos:
Júpiter, Saturno Urano, Neptuno, así como Plutón y su satélite Caronte,
que es uno de los mayores objetos de este grupo con sus 1.208 kms. de diámetro.
Plutón ha sido recientemente recatalogado por la UAI[15] como planeta
enano, encontrándose situado en una órbita muy elíptica con el Sol entre las 31 ua [perihelio[12]] y las 49 ua
[afelio[12]], de los 4.700 a 7.400 mill.
kms..
9. PROTOPLANETA: son planetas sumamente pequeños que
se considerados como cuerpos celestes embriones planetarios de un tamaño
similar al de la Luna,
y que se encuentran presentes en todos los llamados discos
protoplanetarios. Su origen se considera que proviene de los choques de planetesimales de hasta 1 km. de diámetro que al
colisionar entre ellos pueden formar protoplanetas
de 100 a
1000 kms. de diámetro. Cada protoplaneta se ve perturbado en su órbita por
otros protoplanetas, cuya interacción puede generar
choques entre ellos, y cuya acumulación de impactos y absorciones podría
formar planetas.
10. CINTURÓN DE ASTEROIDES: zona del Sistema Solar que se ubica
entre Marte y Júpiter en la que se encuentra gran cantidad de asteroides.
Actualmente se conocen más de 40.000 con un diámetro de más de 800 metros. El mayor de
los conocidos es Ceres con 950 kms. de diámetro. En su conjunto forman un
anillo alrededor del Sol.
11. PLANETAS JOVIANOS: Son los llamados gigantes gaseosos,
al no estar compuestos mayoritariamente de roca u otra materia sólida, sino que
los componen fundamentalmente fluidos y gases licuados. No obstante tienen en
su composición un núcleo rocoso o metálico, hoy día se cree necesario para que
el gigante gaseoso pueda haberse formado. En el Sistema Solar solo existen
Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno, los dos primeros compuestos fundamentalmente
por helio e hidrógeno y los dos segundos por amoníaco y metano, no teniendo una
superficie sólida como en los planetas terrestres. Estos dos últimos se
diferencian de los otros dos gigantes gaseosos por tener una estructura
compuesta de hielo, roca y gas, denominándoselos como “planetas uranios”.
Algún
ejemplo sobre su permanente e inminente amenaza
Hasta julio de 2017
habían más de 496.815 asteroides numerados en un total de
734.274 órbitas conocidas y analizadas. El
número de los que han recibido una denominación definitiva asciende a los 21.009 objetos, que han sido clasificados por sus fechas de
descubrimiento y estudiados.
Entre ellos voy a citar dos de los más inminentes
por fecha, y como un más que posible impacto. Tenemos el objeto 2012TC4, que con un diámetro
entre los 12 y los 40
metros [algunas informaciones superan esta dimensión],
dentro del grupo de los NEO´s[6], que pasará a una
distancia menor a la quinta parte de la distancia de la Luna [384.400 kms.], a unos 80.000 kms. del planeta el 12 de octubre de este mismo 2017, aunque otras fuentes establecen un acercamiento mayor de unos 44.000 kms..
Fue descubierto el 4 de octubre de 2012 por el Observatorio Pan-STARRS F51 de Hawáii y se sabe que es un asteroide "alargado" y que gira rápidamente sobre sí mismo. Se tiene constancia que en el pasado ya se había acercado en muchas ocasiones a la Tierra. Aunque "parece" que no va a llegar impactar con ella, manifestando la astrónoma Judit Györgyey-Ries que son necesarias más observaciones para aseverarlo.
Asteoide 2012TC4
El 13 de abril de 2029 otro
asteroide denominado como 99942 Apophis [designado como el 2004MN4], al que se le ha dado el nombre del antiguo
dios egipcio Agep [el “destructor”], se
acercará muy peligrosamente a la Tierra. Los
datos más recientes sugieren un acercamiento a tan sólo 36.000 kms., una décima parte de la distancia a la Luna y a la misma
distancia a la que se sitúan los satélites geoestacionarios de comunicación
[36.000 kms.]. Las dimensiones estimadas en enero de 2013 por el Telescopio HERSCHEL [ESA][16], que además ha proporcionado las primeras imágenes
térmicas del asteroide y le ha asignado un diámetro de 325 metros.
Su “dimensión”, su “cercanía” de paso al planeta,
y la posibilidad de generar y arrastrar una lluvia de meteoritos de diverso
tamaño, le ha valido el apodo de “el asteroide del Juicio
Final”. Su impacto contra la
Tierra se calcula que tendría consecuencias devastadoras,
similares a la de una explosión de 25.000 bombas atómicas similares a la de
Hiroshima, y que aunque no destruiría al planeta, su colisión supondría un
cambio climático, un invierno nuclear de
similares consecuencias a las que produjo hace 65 millones de años en la
desaparición de los dinosaurios.
Entre todo lo que sabemos sólo una cosa es
cierta: no debemos perder de vista que de manera “cíclica” e ineludible,
los Asteroides impactan periódicamente con el planeta.
Que lo podamos evitar, es otra cosa.
Objetos
transneptunianos
Astronómicamente se
suele denominar como “objeto transneptuniano” [TNO][17] a todo objeto
situado en el espacio tras la posición del planeta Neptuno,
que se encuentra situado a 30,103 ua del Sol [o
lo que es lo mismo a más de 4.500 mill.kms.], ubicándose en los confines del
sistema solar y estando limitado por la nube de Oort[5],
aproximadamente a un año-luz [19] del Sol.
Los objetos
transneptunianos son cuerpos que pueden alcanzar los 2.000 kms. de diámetro y
se encuentran situados en el plano de la eclíptica hasta la distancia de unas 47´8 ua respecto al Sol [unos 7.200 mill.kms.]. Se considera como el borde exterior del cinturón de Kuiper[4], y sus objetos están compuestos
básicamente de hielo y agua, silicatos y otros como el metano [CH4] y
nitrógeno [N2] que quedaron orbitando alrededor del Sol. Muchos de
estos objetos fueron atraídos por los planetas y otros fueron eyectados a las
zonas más externas del Sistema Solar.
El 11 de junio de 2008 la Unión Astronómica Internacional [UAI][15] que agrupa a todas las sociedades
astronómicas internacionales y es un órgano con capacidad decisoria en sus
definiciones, vino a establecer y definir como “objeto
transneptuniano” [TNO][17] a todo aquél objeto del
Sistema Solar cuya órbita se ubicara parcial o totalmente más alejado de la
órbita del planeta Neptuno, a los que se denominan como “plutoides”[18] a los planetas enanos
conocidos como Plutón y a los que se van
conociendo y descubriendo últimamente.
Existen tres tipos de [TNO][17]:
► Los “clásicos”, que orbitan casi circularmente y poco
inclinados sobre el plano de la eclíptica;
► Los “resonantes”, que como indica su nombre orbitan en resonancia con Neptuno, en varios tipos de
períodos como 2:1 [dos vueltas al Sol mientras Neptuno da una], 3:2, 3:5, 4:7 etc., y
► Los “dispersados” que tienen órbitas
elípticas muy alargadas y con una mayor inclinación respecto a la eclíptica.
Hasta el 2005 el
número de estos objetos “detectados” superaba el
millar, conociéndose de entre todos ellos la órbita con precisión de
poco más de un centenar. El resto hasta el
millar de los detectados, más los que puedan aparecer en los próximos años,
siguen siendo una incógnita.
En base a la definición establecida por la UAI,
“el Sistema Solar termina donde comienzan los objetos
transneptunianos”, aunque tanto los cuerpos de los
cometas del cinturón de Kuiper como los
de la postrer nube de Oort[5], también orbitan alrededor del Sol.
Astronómicamente todos ellos se consideran
imbricados gravitacionalmente con nuestro Sistema Solar, habiéndose establecido
que en esta parte del espacio puede estar el origen de
graves problemas para la
Tierra.
1. AFELIO y PERIHELIO: Afelio es el punto “más distante” del Sol en la órbita de un planeta o
cualquier otro objeto astronómico. Por el contrario perihelio es el punto “más próximo” al Sol. Ambos puntos reciben
el nombre de puntos absidales
2. CINTURÓN DE ASTEROIDES: zona del Sistema Solar que se ubica
entre Marte y Júpiter en la que se encuentra gran cantidad de asteroides. Actualmente
se conocen más de 40.000 con un diámetro de más de 800 metros. El mayor de
los conocidos es Ceres con 950 kms. de diámetro. En su conjunto forman un
anillo alrededor del Sol.
3. COLAPSO GRAVITATORIO o
GRAVITACIONAL: es el
desmoronamiento hacia dentro de un “cuerpo estelar” debido
al efecto de su propia gravedad hasta formar un agujero negro. Los sistemas que
pueden sufrir un colapso gravitatorio son estrellas [que pueden dar lugar a supernovas, estrellas de neutrones o agujeros negros]
o grupos
“masivos” de estrellas como los Cúmulos
globulares o las galaxias en su zonas
más densas.
4. UNIÓN ASTRONÓMICA
INTERNACIONAL (UAI):
creada en 1919. es la agrupación de diferentes sociedades astronómicas
internacionales, coordina 37 comisiones y 85 grupos de trabajo sobre diversos
temas astronómicos agrupados en 12 disciplinas principales. Constituye el
órgano de decisión en el campo de las definiciones y nombres de planetas y
otros objetos celestes, así como de los estándares en astronomía. Se reúne cada
3 años, siendo su XXX Asamblea en 2018 a celebrar en Viena. Austria.
5. TELESCOPIO ESPACIAL
HERSCHEL [ESA]: De la Agencia Espacial Europea, fue
lanzado el 14 de mayo de 2009 terminando su actividad el 9 de abril de 2013.
Fue el primer observatorio espacial en cubrir completamente el espectro
“infrarrojo lejano” y longitudes de onda submilimétricas. Tenía como misión
estudiar la formación de galaxias en el universo primitivo y su evolución. La
creación de estrellas y su interacción interestelar. Observar la composición química
de la atmósfera y la superficie de cometas, planetas y sus satélites. Examinar
y analizar la química molecular del Universo.
6. OBJETOS TRANSNEPTUNIANOS
o transneptúnico [TNO]: es
cualquier objeto astronómico del sistema solar, cuya órbita se ubique de manera
parcial o total más lejanamente de la órbita de Neptuno, llevando algunas
subdivisiones específicas de este espacio los nombres de: cinturón de Kuiper y nube de
Oort. Por resolución de la Unión
Astronómica Internacional
de 11 de junio de 2008, los planetas enanos transneptunianos se denominan como Plutoides.
El
cinturón de Kuiper [o también de Edgeworth-Kuiper],
preestablecido en 1951 por Gerard Kuiper, treinta años antes de su verificación
astronómica (1992), es “otro” conjunto de cuerpos que también
orbitan alrededor del Sol, pero a una distancia entre los 30 y 67 ua, formando parte de su “disco disperso” los situados hasta las 100 ua[3], o lo que es lo mismo
entre los 4.500~10.000
mill.kms. y
llegando hasta los 15.000 mill.kms..
Los ordenadores han permitido realizar recientemente
simulaciones, con las posibles interacciones gravitatorias que se pudieron
producir en la formación del Sistema Solar y que han venido a demostrar a los
científicos, que inicialmente los objetos del cinturón
de Kuiper como consecuencia de la influencia de Neptuno,
podrían haberse formado más cercanos al Sol en
posiciones situadas entre las 30 y los 47,8 ua[3] [4.500~7.170
mill.kms.] y
progresivamente ser desplazados a su situación
actual más lejana.
Más de 800 objetos
de tamaños entre 100 y 1.000 kms. de diámetro han
sido detectados y clasificados en el cinturón de
Kuiper, dentro del cuál, los astrónomos han incluido últimamente a Plutón y su satélite mayor Caronte.
Cada día se descubren nuevos objetos mayores y más dificultosamente los de
menor dimensión que forman parte de esta zona del
espacio lejano. De hecho a esta zona de una distancia media-superior a
las 67 ua [10.050
mill.kms.] se la denomina como parte del “disco
disperso” del cinturón de Kuiper[4].
En 2002 se descubrió a Quaoar
de un tamaño en el entorno a la mitad de Plutón,
pero en 2003 pasó a descubrirse a Sedna, que no
siendo un cometa de largo período, formaba parte de uno de los objetos más
lejanos del sistema solar, aproximadamente situado a unas 100 ua, con un diámetro todavía no establecido con
seguridad entre los 1.200 y 1.600 kms.. Sedna es el cuerpo de mayor período orbital conocido
en el Sistema Solar, calculado en cerca de los 11.400 años. El conocimiento y
estudio sobre Sedna ha permitido establecer a
los astrónomos que el disco protoplanetario[9] formado en su inicio en el Sistema Solar,
tuvo que tener una dimensión del entorno de las 75 ua,
es decir de los 11.250 mill.kms., aunque
todavía estamos muy al principio de poder aseverar nada de estos orígenes. Hay
muchas teorías, que no pasan de ser otra cosa que “teorías”.
En 2005 llegó una nueva sorpresa con los
descubrimientos de Eris, Makemake y Haumea, todos
incluidos en el cinturón de Kuiper y siendo
considerados también como plutoides[*18].
►Eris con un diámetro de 2.372 kms. y situado entre las 35 y 97 ua[3], es el más masivo de los
planetas enanos y posee una masa un 27% mayor que Plutón
aunque con un diámetro similar [2.370 kms.]. Durante un tiempo fue considerado
como el décimo planeta del sistema solar,
aunque posteriormente fuera redefinido por la UAI como un planeta enano con una órbita muy excéntrica al Sol al
igual que Plutón.
►Makemake es como planeta enano el tercero del Sistema Solar y unos de
los dos objetos más grandes del cinturón de Kuiper,
con un diámetro sobre los 1.450 kms. es por su
situación a 52 ua, definido como un “cubewano” [20] , clasificación a la que
me referiré posteriormente.
►Haumea es un planeta enano menor de forma ovoide, con un diámetro
entre los 1.300 y 1.900 kms. y una distancia
media de 39 ua. Todos estos planetas enanos
poseen a su vez satélites de menor dimensión.
Han sido descubiertos otros objetos que se
encuentran en “resonancia orbital”[*21] con Neptuno, situados en el interior
del cinturón a una distancia de 39,4 ua [unos 6.000 mill.kms)] y
a los que se denomina Plutinos[22] por su apariencia a “plutones pequeños”.
Su “resonancia” es 2:3, es decir, efectúan dos
órbitas alrededor del Sol mientras Neptuno realiza tres, lo que impide que en
su cruce con el planeta gigante, éste los pueda expulsar gravitatoriamente. Ha
sido verificado la existencia de casi dos centenares de ellos.
Existen otros múltiples cuerpos en otras diversas
“resonancias”: la 1:2 de los Twotinos[23], casi en el borde exterior del cinturón y a una distancia de 47,8 ua; en la 2:5 a
unos 55,4 ua. y en otras como la 1:2,
la 3:5, y la
4:7.
Otros descubrimientos como los Troyanos[24] de Neptuno y los Cubewanos[20], denominados “objetos
clásicos del cinturón” por carecer de resonancia, y situándose todos ellos en
el extrarradio del cinturón.
La frontera final o acantilado
de Kuiper se establece con objetos de muy baja densidad de su disco disperso [de ahí su nombre de acantilado] y cuya
distancia de perihelio se establece entre las 50 y 75
ua [7500 a 11250 millones de kms.], frontera a la que se denomina como
la de los cuerpos sednoides[25].
18. PLUTOIDE: s según concepto establecido por UAI el 24 de agosto de
2006: todo cuerpo celeste en órbita alrededor del Sol a una distancia mayor que
la de Neptuno, con masa suficiente para que su propia gravedad supere las
fuerzas de objeto rígido de mal modo, que asumen una forma casi esférica de equilibrio
hidrostático y que no han vaciado su órbita de cuerpos vecinos.
19. AÑO-LUZ: es la longitud que recorre la Velocidad de la Luz (fotón) en el vacío
(299.792,458 km/seg.) en un año. Es pues una distancia de 92 460.7301 472.580,8 kms.
Dadas las medidas existentes en el Universo, en los campos científicos se suele
utilizar como unidad el PÁRSEC equivalente a 3,262
años-luz (véase también Kilopársec).
20. CUBEWANO: o también “objeto
clásico del cinturón de Kuiper”[en inglés], es un objeto transneptuniano
que evoluciona en el cinturón de Kuiper. Se encuentra situados a gran distancia
de Neptuno y no están controlados por acciones
gravitatorias ni de este planeta , ni de otros. No obstante mantienen
órbitas estables y casi circulares, siendo su radio de revolución un promedio
entre las 42 y las 48 ua.
21. RESONANCIA ORBITAL: se dice que se produce cuando las
órbitas de dos cuerpos, tienen períodos cuya razón es una fracción de números
enteros. Es decir ejercen una influencia gravitatoria regular. Como ejemplo
tenemos los Twotinos, que están en resonancia orbital con Neptuno 1:2, realizan
una órbita alrededor del Sol mientras Neptuno
realiza dos. Este fenómeno es muy conocido en
Física.
22. PLUTINOS (no confundir con Plutoide): son
objetos transneptunianos con órbitas similares a Plutón.
23. TWOTINO: objeto del cinturón de Kuiper que
están en “resonancia orbital” 1:2 con Neptuno,
es decir realizan una órbita alrededor del Sol mientras Neptuno realiza dos. Su
nombre deviene del acrónimo de las palabras inglesas “two”
y “plutino”. Hasta el momento sólo se conocen
una docena de estos objetos.
24. TROYANO [Asteroide]: son, según las últimas
teorías, son asteroides que se formaron en la misma región del sistema solar en
que se formó Júpiter, y se incorporaron a su órbita cuando el planeta se
encontraba todavía en formación. En su última fase de formación, Júpiter tuvo
un crecimiento descontrolado de su masa, crecimiento que se prolongó unos
10.000 años, tras lo cual multiplicó su masa por diez. Los planetesimales y
asteroides en órbitas cercanas fueron capturados por su campo gravitatorio que
se hizo cada vez más intenso en el planeta gigante. El termino se suele referir
a los asteroides troyanos de Jupiter que son la inmensa mayoría, aunque también
se han hallado algunos en las órbitas de Marte y Neptuno. Hasta abril de 2010
en nº de los conocidos e identificados ha superado los 4000, y de ellos tan
sólo 10 no pertenecen a Júpiter.
25. SEDNOIDE [Cuerpo]: es un objeto
transneptuniano cuya órbita posee un perihelio mayor que las 50 ua, y un semieje mayor de las 150 ua. Sólo dos objetos pertenecen a esta categoría:
Sedna y 2012 VP113 aunque se sospecha la existencia de más objetos.Se
incluyen entre el grupo considerado como “objetos
separados”. Son objetos incluidos en la nube de
Oort interior
La nube de
Oort o de Öpik-Oort,
Llamada así en honor de Ernst
Öpik y Jan Oort, es una nube “esférica” que no ha podido ser observada
directamente, y que se sabe que se encuentra en los límites del sistema solar a la distancia de casi un
año-luz[19] del Sol.
Todo señala que la nube
de Oort[5] se formó como remanente
del disco protoplanetario que se formó
alrededor y muy cercano del Sol hace 4.567 mill.años, al mismo tiempo que los
planetas y asteroides,
pero las “interacciones gravitatorias” con los
gigantes gaseosos como Júpiter y Saturno, expulsaron estos
objetos astronómicos a largas órbitas elípticas o parabólicas de los confines
del Sistema Solar.
La nube de Oort[5] podría contener ”unos”
cien billones de objetos, con una masa total que
podría estar en unas cinco veces la masa de la Tierra.
Un número elevado y no determinado de estos
objetos podrían tener hasta 1,3 kms. de
diámetro y “otros” quinientos
mil millones
más tendrían magnitudes menores. A pesar del número tan elevado de estos
objetos, cada uno de ellos pude estar separado de promedio respecto al más
cercano, varias decenas de miles o millones de kms.
Realmente sabemos “poco”
de magnitudes exactas, fuera de aquellos objetos singulares detectados
por su movimiento. Actualmente la nube de Oort continúa
siendo muy desconocida, entre otras cosas dada a la distancia que se encuentra
de la Tierra.
Seguramente a causa de los efectos gravitatorios
de los planetas gigantes la nube de Oort presenta
dos regiones diferenciadas:
► La nube de Oort interior o
nube de Hills
en forma de disco y situada entre las 2.000 y las 20.000 ua [300.000 a 31000.000
mil.kms.], y sobre la que los astrónomos
establecen que debe poseer decenas o centenas de veces
más objetos que la nube exterior. De
hecho se cree que es la que “reabastece de cometas” a la nube exterior a medida que estos cometas se van
agotando, dando una explicación a que la existencia de la nube de Oort haya seguido existiendo tras los miles
de millones de años transcurridos. Sólo
consta la existencia en esta zona interior, de cinco objetos: Sedna, 2000 CR105, 2006 SQ372, 2008 KV42 y un quinto objeto que todavía no ha sido
denominado.
► La nube de Oort exterior de
forma esférica y situada entre las 20.000 y las
50.000 ua [31000.000 a los 71500.000 mil.kms.], gravitacionalmente se encuentra muy poco ligada al
Sol, y se considera la “fuente” de la mayor parte de los cometas de largo período como el cometa Hale-Bopp, cuya órbita dura miles de años.
En base a modelos computacionales desarrollados
simulando las fases más tempranas de la formación del Sistema Solar, tuvieron
que suceder una gran cantidad de colisiones entre los escombros de los cometas,
siendo muchos de ellos destruidos antes de alcanzar la nube
de Oort. Se piensa que dicha nube es en la actualidad mucho menor, que
solo es una pequeña parte de lo que en su origen pudo suponer entre cincuenta y
cien masas terrestres del material expandido.
Las
fuerzas de marea sobre la nube de Oort
Conocemos la
atracción gravitatoria que ejerce la
Luna sobre la Tierra
en su desplazamiento, afectando a los océanos. De igual forma la
Vía
Láctea, en la cual se encuentra el Sistema Solar,
ejerce “fuerzas de marea” gravitacionales que
afectan a los objetos que forman parte de la nube de
Oort[5],
deformando ligeramente hacia el centro de la galaxia, la órbita circular de los
objetos que la integran. Esta deformación, sin embargo, no se produce sobre los
objetos más alejados de la galaxia y que se encuentran en el interior del
Sistema Solar, porque las fuerzas gravitacionales de los planetas que forman parte
de él, son superiores a las ejercidas por la galaxia, aunque dichas fuerzas de
marea sí pueden actuar sobre los cometas de
largo período e influir en sus órbitas, que pueden ser modificadas.
El cometa HALLEY
Los
Cometas
Cuyo origen se
encuentra en la nube de Oort[5], según la
teoría científica, no debieron de formarse en la órbita que cada uno de ellos
tiene actualmente, teniendo su origen en una lejana acumulación de cuerpos
celestes del exterior del Sistema Solar, al que con el tiempo caen.
La inmensa mayoría de
los Cometas están formados por hielo, metano,
etano, carbono, nitrógeno y otros compuestos y materiales. En su mayoría los
que penetran por su órbita en el Sistema Solar, pueden provenir de muy
diferentes direcciones.
Los hay de dos tipos, los de período corto, denominados también Cometas elípticos, cuyas órbitas se encuentran por debajo de
las 10 ua, y se extienden hasta las 100 ua, y de los que se cree que se formaron en su
mayor parte en el cinturón de Kuiper[4] o en el disco
disperso que comienza a partir de Plutón.
Uno de los ejemplos más conocidos es el del cometa Halley, que es
cometa cíclico con un período de aparición entre los 74
y 79 años, siendo uno de los cometas de los que hay más verificaciones
de su paso histórico que abarca desde el:
►239
a. C., 164 a.
C. (no observado), 86 a.
C., 11 a.
C., 66, 141, 218, 295, 374, 451, 530, 607, 684, 760, 837, 912, 989, 1066, 1145,
1222, 1301, 1378, 1456, 1531, 1607, 1682, 1759, 1835, 1910, 1986. Siendo su próximo paso previsto en: 2061
Los de período
largo [isótropos] como el cometa Hale-Bopp, tienen órbitas superiores a las 1.000 ua y poseen un afelio [distancia más lejana al Sol] de unas 20.000 ua, siendo afectados gravitacionalmente a
veces por los planetas, lo que pude modificar dicha órbita.
Imagen similar del Sistema "binario" como el que prodría formar el Sol, con una Enana roja o marrón
Perturbaciones
estelares y la controvertida “hipótesis Némesis”
El Cosmos como
hemos citado, con una existencia de entre las 100.000
y 300.000 trillones de estrellas, es una
fuente permanente de posibles perturbaciones estelares que pueden transformar
nuestro sistema solar a través de muchos fenómenos catastróficos, algunos de
los cuales detallaré más adelante.
Sólo en el entorno del sistema solar y en la zona
de la Vía Láctea
en la que nos encontramos, ya se sabe que en los próximos diez millones de años, el Sol
[en base a la expansión que se produce en el Universo], se irá
aproximando a la estrella Gliese 710 situada en
la Constelación
de la Serpiente,
una enana naranja con una masa de 0,42 masas
solares y situada a unos 63 años-luz[19]. Ese “acercamiento” ha permitido calcular
de forma aproximada que dentro de 1´4 millones de años, Gliese 710 podría transitar
a 1,1 años-luz
[70.000 ua], perturbando gravitacionalmente lo suficiente a la nube de Oort[*5] como para generar una lluvia de Cometas
que podrían verse modificados de sus órbitas e impulsados hacia el sistema
solar interior.
El Sol como
sabemos, gira alrededor del centro de la Vía
Láctea y en su desplazamiento pasa por su plano galáctico. Ello hace que se encuentre
sometido a “fuerzas de marea” similares a las que ejerce la Luna sobre la
Tierra, fuerzas que tienen su
efecto en un incremento de perturbaciones de las cuales se desconoce realmente
su alcance hasta hoy. Los científicos por ejemplo, han observado la existencia
de un patrón cíclico de “extinciones” en
porcentajes importantes de la vida y de las especies
de la Tierra,
y que parece ser que se repiten “cíclicamemente” cada 26
millones de años. Este hecho nos da pie
para hablar de la hipótesis Némesis.
La historia de la hipótesis
Némesis
empieza en 1982 con los paleontólogos Jack J. Sepkoski
[Universidad de Notre Dame, Ph.D. de Harvard, U. de Rochester y de Chicago] y David Raup [Universidad de Chicago y Ph.D. de
Harvard] al publicar un controvertido estudio científico sobre las extinciones en masa en nuestro
planeta a
intervalos casi regulares de 26 millones de años.
Al estudio detallado y motivado que ambos
establecían de tales extinciones, el resto de los científicos se preguntaba:
►¿Existe realmente en
dichas extinciones un patrón cíclico que se
produce cada 26 millones de años?, y
►¿Cuál puede ser la
causa?.
Más adelante veremos las numerosas “extinciones de la vida” en la Tierra, desde que se tienen
datos científicos hace unos 600 millones de
años.
En 1984, Richard A.
Muller [Univ. de California en Berkeley], Pet
Hut [Inst. de Estudios Avanzados de Priceton] y Marc
Fraser Davis [Universidad de Priceton] expresan su respuesta inquietante a esta pregunta.
Según estos científicos el Sol formaría parte de lo que se conoce como un sistema “binario”[26].
En este sistema, que se repite en el Universo en múltiples ocasiones, la
hipótesis defendida establece la posibilidad de que nuestro Sol formara parte
de un sistema binario con otra estrella, bien
con una enana marrón o una enana roja, que debido a su tenue brillo y a la
distancia estimada, hubiera podido dificultar su detección hasta ahora.
A esta “supuesta estrella” la denominó Muller como NÉMESIS, hipótesis sobre el
origen de las posibles inestabilidades entre los cometas de la nube de Oort, y cuyas perturbaciones podrían provocar
una lluvia de objetos celestes de efectos catastróficos sobre la Tierra.
Es necesario también señalar que para muchos
científicos como Adrian Melott [Universidad de
Kansas] y Richard Bambunch
[Instituto Smithsoniano en Washington], el principal
argumento sobre la “inexistencia” de Némesis, es precisamente la precisión y regularidad con las que se han producido
dichas extinciones masivas en el planeta.
26. ESTRELLA BINARIA o
SISTEMA BINARIO: es un sistema estelar compuesto por dos estrellas que orbitan alrededor de un centro de masas común.
Estudios recientes establecen un elevado porcentaje
de sistemas con al menos dos astros, existiendo también sistemas múltiples
[ternarios cuaternarios, e incluso de cinco o más]. Tenemos un caso conocido
con Alfa Centauri A y B y Próxima Centauri.
► Seguirá en la 4@ PARTE, Etiqueta 99
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