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lunes, 24 de febrero de 2020

113 -17@. LA TIERRA “una historia interminable” HITO 8º.2ª Parte: Los SUPERCONTINENTES: Pangea. Amasia y Pangea Última,

El 16 de abril/2015, en la Etiqueta 83 dije: GRACIAS, THANKS, MERCI, DANK, СПАСИБО, ХВАЛА, धन्यवाद, ขอบคุณ, BEDANKT, TAK,... a las 50.000 visitas, hoy 24 de febrero/2020 casi 5 años después “más ilusionado que nunca”, las repito ante las 500.000 visitas.

 


PANGEA: entre los ≈ 335 y los ≈ 175 mill.años
Con la publicación de su libro “El origen de los Continentes y Océanos” en 1915, Alfred Wegener sacudió los cimientos de la Ciencia Geológica de la Tierra.

Wegener había utilizado uno de los primeros principios en todo investigador científico, el de la “observación” y a través de ella mientras miraba los continentes en un planisferio físico, se preguntó el por qué las siluetas de los continentes encajaban entre sí por pura coincidencia. Este fue el hilo inicial que le sirvió para adentrarse en la Biología existente y en los ancestros fósilesde mosasaurios hallados tanto en Europa Occidental como en Norteamérica, y comprobar que habían existido en ambos continentes a pesar de su separación de miles de km.

Comprobó también la presencia de formaciones geológicas similares en continentes distintos, lo que sugería que Cape Fold Belt, en el cinturón montañoso de El Cabo en Sudáfrica, podría haber estado unido a la Sierra de la Ventana en Argentina.

Sus teorías provocaron un gran rechazo en el mundo científico de la época, rechazo que él aceptó escribiendo en 1929 el siguiente epitafio:
“El Newton de la teoría de la Deriva Continental[1]  todavía está por llegar”

Pero fue él quien le puso el nombre de Supercontinente Pangea, del griego Pan (todo) y Gea (tierra), es decir su nombre es “toda la Tierra”.
El tiempo ha hecho honor a sus investigaciones al considerarle como el autor de la teoría sobre la Deriva Continental[1], y autor también de ser el primer científico que definió el “supercontinente primordial” al que denominó como PANGEA. Postuló que esa masa de tierra firme había existido, estableciéndose que su formación sobre los 250 a 200 mill.años, es el momento en que tuvo que empezar a desgajarse y fragmentarse formando  los continentes actuales.  

Hoy se ha establecido que el supercontinente PANGEA o “toda la Tierra”, se formó hace unos 335 mill.años, comenzándose a fracturar unos cien millones de años después, sobre los 175 mill.años tal y como lo definió Wegener en 1912.

PANGEA fue inicialmente un supercontinente masivo, es decir, que agrupaba en una sola masa continental todos los continentes aflorados. Muy amplio en su agrupación inicial y en forma de “C”, reunió todas las masas existentes de la Corteza emergida en el planeta, y dadas sus dimensiones generó en el interior de sus regiones centrales, zonas muy secas, como consecuencia de la carencia de precipitaciones. Esta conformación masiva, en base a la teoría de los Ciclos Supercontinentales[2]  de Wilson, también tuvo que coadyuvar a su fragmentación posterior, como veríamos posteriormente.

Dentro de la ESCALA TEMPORAL GEOLÓGICA, PANGEAse sitúa dentro de la Era Paleozoica [419,2 ± 3,2~0,0042 mill.años] a comienzos del período Carbonífero en los comienzos del Misisípico [358,9 ± 0,4~323,2 ± 0,4 mill.años], y ocupando en su largo desarrollo los siguientes Períodos:
                                                            - Pérmico [298,9±0,15~251,90 ± 0,024
                                                            -  Triásico [251,90±0,024~201,3±0,2 mill.años] 
                                                            - Jurásico [201,3±0,2~145,0 mill.años] 
                                                                        - Cretácico [145,0~66,0 mill.años] 
                                                            - Paleógeno [66,0~23,03 mill.años]; 
                                                            - Neógeno [23,03~2,58 mill.años] y
                                                                        - Cuaternario [2,58~0,0042 mill.años]
1.   DERIVA CONTINENTAL: originalmente propuesta por Alfred Wegener en 1912, establece que tras numerosas observaciones y verificación de evidencias, estas indican que los continentes estaban unidos en eras geológicas pasadas. La Deriva Continental prueba al día de hoy el desplazamiento de unas masas continentales respecto a otras, verificada en la década de los sesenta con el desarrollo de la Tectónica de Placas. La teoría de la Deriva Continental junto a la de la Expansión del Fondo Oceánico quedaron asumidas por la teoría de la Tectónica de Placas desarrollada en 1960 a partir de las investigaciones realizadas por Robert Dietz, Brce Heezen, Harry Hess, Maurice Ewing y Tuzo Wilson entre otros. Según esta teoría, el fenómeno del desplazamiento fragmentado de la Litosfera terrestre, sucede desde hace miles de millones de años gracias al fenómeno de la “convección” global del Manto terrestre de la que depende que la Litosfera sea reconfigurada y desplazada de forma permanente.
2.    CICLO SUPERCONTINENTAL [o CICLO DE WILSON]: lo propuso John Tuzo Wilson [1908-1993] geólogo y geofísico canadiense y uno de los formuladores de la teoría sobre la Tectónica de Placas y el desarrollo de la teoría sobre el Ciclo Supercontinental, en base a su pionera argumentación sobre las “fallas de transformación o transformantes” que explicaban los desplazamientos tectónicos de las bandas paleomagnéticas, verificadas de modo paralelo a las dorsales oceánicas o sistemas montañosos submarinos. Fue el primero en proponer que estos “aparentes” desplazamientos tectónicos, no se habían producido como fallas de desgarre “postorogénicas” a la formación de dichas dorsales submarinas, sino que eran “sinorogénicas”, [se aplica a cualquier tipo de proceso o de relieve que se derive, que “coincide” con el momento en que se produce la propia orogénesis] con la misma generación volcánica abisal de las mismas, y como “desplazamientos” perpendiculares aparentes de las trazas de la dorsal. Wilson fue el precursor con la tesis sobre la expansión del zócalo oceánico,

ANCIENT EART GLOBE

Vuelvo a incluir en esta 2ª Parte referente a los SUPERCONTINENTES, precisamente por corresponderse con su formación en los últimos 750 mill.años, esta página web que considero muy interesante y constructiva, y cuyas imágenes pueden ayudar a observar-analizar visualmente cómo se han agrupado-disgregado los Continentes desde hace 750 mill. de años:

En el centro de la pantalla les aparece la Bola Terrestre girando y al hacer clik sobre ella, dispone de una Escala Temporal que le permite analizar la formación de los Continentes entre los 750 y los 0 mill. de años, en las fases de:
750 – 600 – 540 – 500 – 470 – 450 – 430 – 400 – 370 – 340 – 300 – 280 – 260 – 240 – 220 – 200 – 170 – 150 – 120 – 105 – 90 – 66 – 50 – 35 - 20 y 0 (Millones de Años)

El puntero del ratón permite actuar sobre el Globo terráqueo, moverlo o pararlo  para permitir el análisis de la formación que nos ofrece.

También se pueden verificar los límites de los diferentes Continentes del período, superpuestos (perfilados) sobre la mancha de Corteza sólida que aparece. Esto facilita cómo se producen los movimientos de las Placas Continentales entre distintos períodos. Una ventana en la parte inferior izquierda nos define la Escala Temporal Cronológica de lo que estamos viendo y la definición de su Período.
Como ejemplo de lo que puede analizar, escoja la escala de los 170 mill. años dentro del Período Jurásico, que toda la masa terrestre ha conformado el supercontinente PANNOTIA (que veremos a continuación), y cómo antes de que comiencen las separaciones continentales norte-sur que generaran más adelante la aparición del Océano Atlántico (comienza su formación sur en los 120 mill.años), en la zona central se dibuja claramente ya el contorno de la Península Ibérica y Europa desgajándose de África (unida a Sudamérica) y Norteamérica a la altura de donde hoy se ubica Canadá. Como podemos ver todavía no se ha formado el Mediterráneo.

Siguiendo la Escala de Tiempo de la web, podrá observar la agrupación y separación de las masas continentales, lo que facilitará la lectura del resto de esta página.

A través de ANCIENT EART GLOBE, puede seguir paso a paso lo que les describo a continuación.


La formación de PANGEA
El primer paso en la formación de PANGEA se produce después de los Períodos Ordovícico [443,8±1,5 mill.años]; y posteriormente al Silúrico [443,80±1,5~419,23±3,2 mill.años]. PANGEA se iniciaría dentro del Carbonifero medio [346,7±0,4 mill.años] sobre los 335 mill.años
Más tarde Avalonía se unió a Báltica+Laurentia conformando un supercontinente menor de Euramérica o Laurusia, cerrando el océano Japetus, que es el precursor del océano Atlántico que toma su nombre del titán Jápeto, padre de Atlas en la mitología griega.
Siberia se asentó cerca de Euramérica de cuyo continente lo separaba el océano Khanty. Mientras todos estos movimientos sucedían, también Gondwana se fue desplazando hacia el Polo Sur. Esta fue de forma muy sintetizada, el primer paso en la formación de PANGEA.

El segundo paso en la formación de PANGEA fue la colisión de Gondwana con Euramérica y su unión a ella. Durante el Silúrico [443,80±1,5~419,23±3,2 mill.años], Báltica chocó con Laurentia para formar Euramérica; Avalonia fue avanzando lentamente hacia Laurentia, mientras Europa meridional se separaba de Gondwana comenzando a dirigirse hacia Euramérica a través del recién formado océano Rheico, colisionando con Báltica  en el Devónico.
A finales del Silúrico[423,0±2,3 mill.años], los microcontinentes de China del Norte y del Sur, se separaron de Gondwana, dirigiéndose al norte a través del océano Proto-Tetis.

En los inicios del Carbonifero el noroeste de África había tocado la costa sudoeste de Euramérica, creando las montañas Apalaches y las montañas Átlas. A finales del Carbonifero [303.7±0,1 mill.años], Kazakhstania chocó con Báltica causando la formación de la cordillera de los Urales y la formación del supercontinente de Laurasia. Mientras, Sudamérica había chocado también con el sur de Laurentia, situándose Gondwana cerca del polo sur, formándose los glaciares de la Antártida.
Al igual que anteriormente con otros supercontinentes tras unas decenas de mill.años, el supercontinente PANGEA inició su “desintegración”  a inicios del Jurásico medio [174,1±1,0 mill.años], sobre los 175 mill.años.

La separación de PANGEA
Existieron pués tres fases importantes en la “desintegración” del supercontinente PANGEA
En una primera fase sobre la mitad del periodo Jurásico [~168,3±1,3 mill.años], en PANGEA se generó una grieta o separación entre Laurasia [al norte] y Gondwana [al sur], desde el océano Thetis situado al este hasta el océano Pacifico situado al oeste, una grieta que terminó separado Norteamérica de África. Se abrió también una grieta no uniforme en dirección norte a sur que generó un nuevo océano, el Atlántico, inicialmente el desplazamiento se produjo sólo en el Atlántico norte y central, separando Norteamérica de Eurasia, mientras que la separación en el Atlántico sur no se produciría hasta el Cretácico [~145,0 al 72,1±0,2 mill.años].

El movimiento de Laurasia siguiendo las manecillas del reloj, condujo al cierre del océano Thetis. Al sur, en África surgieron nuevas grietas en la zona de la Antártida y en el este de Madagascar, que conduciría a la formación del océno Indico, también generado durante el Cretácico [~145,0 al 72,1±0,2 mill.años].
En la segunda fase en la desintegración de PANGEA se inició con el Cretácico [~145,0 mill.años], cuando el supercontinente Gondwana se divide en cuatro continentes más pequeños: África, Sudamérica, India y la Antártida/Australia. La grieta producida o zona de subducción denominada como fosa de Thetis es la que hizo que África, la India y Australia se movieran hacia el norte. 

También a inicios del Cretácico, Atlántica, hoy denominada como Sudamérica y África finalmente se separaron de Gondwana, dejando atrás tanto a la Antártida, como a India que se movía en dirección norte en dirección a Eurasia a unos 15 cm./año, y a Australia.

Y en la tercera fase y final de la desintegración de PANGEA sucedió en los inicios de la Era Cenozoica, a los comienzos del período Paleoceno [~66,0 mill.años], durante el proceso en que Norteamérica/Groenlandia finalmente se separaron de Eurasia. 
Los océanos Atlántico y Indico siguieron expandiéndose, cerrándose finalmente el océano Thetis.
Mientras Australia se separaba de la Antártida, la India comenzó a chocar con Asia hace unos 35 mill.años formando la orogénesis[3] del Himalaya y cerrando finalmente al océano Thetis.

La desintegración de PANGEA ha continuado hasta el día de hoy, y las futuras colisiones establecerán “de nuevo” la creación incipiente de un nuevo supercontinente denominado ya como PANGEA ÚLTIMA.


GRAN ADRIA: un ejemplo de Continente perdido
Unas recientes investigaciones divulgadas en 2019 perseguían desde hace más de diez años, la “desaparición” de la superficie terrestre de un continente de un tamaño similar a Groenlandia, y del que paradógicamente se tenían evidencias geológicas sobre su existencia.
He creído conveniente incluirlo como ejemplo en esta página, con el fin de hacer hincapié en dos factores fundamentales: Las numerosísimas veces que grandes movimientos de subducción[4]  y otros múltiples fenómenos a lo largo de los últimos 4.000 mill.años, habrán hecho “desaparecer” vastas masas terrestres de las que no sabemos nada, y el increíble dimensionamiento que tienen las modificaciones orográficas o orogénesis[3]  en la superficie terrestre que de manera “lenta pero inmutable” van redimensionado esta superficie desde los fondos oceánicos más profundos hasta las cumbres más elevadas.

¿Qué es el GRAN ADRIA?
El GRAN ADRIA es un trozo de corteza continental separado de GONDWANA que hace 140 mill.años tuvo que ser del tamaño de Groenlandia. Que inició su separación hace 240 mill.años y que se situaba al sur de la Península Ibérica, hundiéndose posteriormente en el Manto de la Tierra, bajo el sur de Europa. GRAN ADRIA tiene una historia violenta y complicada, según Douwe Van Hinsbergen; D. J. Torsvik; T. H., Schmid; S. M. Maţenco; L. C. Maffione; M. Vissers y otros.

GONDWANA, nombrado así por primera vez por el geólogo austriaco Eduard Suess (1831-1934), cuyo nombre deviene de una región del norte de la India, GOND, y describiéndolo Suess como Gondwána-Land en su libro “Las caras de la Tierra”.

GONDWANA, nombre dado al antiguo bloque continental meridional que quedó tras la división en dos de PANGEA cuando se inició la apertura del Mar de Tethys (futuro Mar Mediterráneo), que extendiéndose hacia el este se fue separando de LAURASIA (al norte) entre los Períodos Jurásico y Cretácico. GONDWANA se iría troceando y extinguiéndose y dando lugar a las masas continentales terrestres que formarían los actuales continentes de Sudamérica, África, Australia, Zealandia, el Indostán, la isla de Madagascar y la Antártida. Este proceso de división y alejamiento de las masas de un inicial continente PANGEA, continuó durante el Período Cenozoico y su acción sigue activa todavía en nuestros días.

Siguiendo los pasos del continente del GRAN ADRIA, ahora se sabe que se dirigió paulatinamente hasta el Continente Euroasiático y chocó contra el sur de Europa hace entre 110 y 120 millones de años, desapareciendo su corteza bajo de EURASIA, habiéndose localizado algunas de sus zonas a unos 1500 km de profundidad. Hay restos de este continente perdido en más de 30 países, desde España hasta Irán. Pero solo ahora en 2019 el grupo de geólogos citado logró reconstruir su historia.

Un grupo de investigadores de las universidades de Utrecht, Oslo y el Instituto de Geofísica ETH de Zúrich entre los que se encuentran Van Hinsbergen, D. J., Torsvik, T. H., Schmid, S. M., Maţenco, L. C., Maffione, M., Vissers y otros, han conseguido recrear la extensión de este continente que chocó con el sur de Europa hace millones de años. Estudiaron durante más de una década rocas en una vasta región desde España a Irán, en busca de las pistas de este continente antiguo, logrando determinar paso a paso, cuál fue su destino.
Las teorías sobre continentes perdidos, sumergidos en medio de los océanos nos ha acompañado desde el principio de los tiempos. Ciudades enteras sumergidas como la legendaria Atlátida esconden auténticos tesoros de civilizaciones perdidas. Este continente bautizado como GRAN ADRIA, no tiene nada de eso.

3.     OROGÉNESIS: Es el proceso de formación de las montañas y cordilleras, y los plegamientos o deformaciones que se producen en la corteza terrestre. Es el proceso geológico por el cual la corteza terrestre por el efecto de un empuje, se acorta y se pliega en un área. Las orogenias están acompañadas por la formación de cabalgamientos y/o plegamientos. Un ejemplo lo tenemos en la formación de la cordillera de los Alpes que procede del continente africano y que se debió a la convergencia de las placas continentales africana con la europea, originando enormes plegamientos en primer lugar en el sentido norte y oeste, y más tarde en sentido sur y este.
4.    SUBDUCCIÓN: Bajo la Corteza oceánica la placa Litosférica se hunde profundizándose en su límite bajo otra placa convergente a causa de dos fuerzas tectónicas convergentes. Una proviene del empuje de las dorsales medio-oceánicas y la otra deriva de las fuerzas que tiran de los bloques continentales. La fuerza de la Placa empuje es la principal causante de la Subducción. El empuje de las rocas jóvenes que constituyen las dorsales oceánicas lleva a las rocas más viejas a chocar contra la Corteza Continental, mientras la Placa Continental genera una fuerza opuesta a la Placa Oceánica. Se sabe que uno de los grandes factores que favorecen la subducción es la diferencia de las fuerzas gravitatorias, consecuencia de la densidad de las placas. La “flotabilidad” depende directamente de la densidad, es opuesta a la dirección de la fuerza gravitatoria y por lo tanto “a mayor fuerza gravitatoria, menor será la flotabilidad”. La densidad es mayor en la Corteza Oceánica que es más densa que la Corteza Continental debido a su composición química. La Corteza Oceánica se encuentra constituida por rocas básicas y ultrabásicas (gabros, dunitas y basaltos ricas en hierro, magnesio y otros elementos “pesados”, eso hace a la Corteza Oceánica más pesada que la Corteza Continental, que se basa en rocas intermedias-ácidas como andesitas, granitos y riolitas, ricas en sodio, potasio y aluminio. El ángulo de la Subducción es variable y dependiente de muchos factores y situaciones superficiales específicas, densidades, etc., pero puede establecerse que un ángulo normal suele ser el de 30º.
Situación de GRAN ADRIA y Europa

¿Qué era inicialmente GRAN ADRIA?
Era un vasto continente, según se deduce de los estudios recientemente realizados. La mayor parte de GRAN ADRIA se encontraba situado bajo el agua, formando mares tropicales de “poca profundidad”. En ellos durante miles de millones de años se fueron depositando sedimentos, los cuales son los que nos encontramos ahora formando parte de los cinturones de montaña de los Apeninos, en los Alpes y en las cadenas montañosas de los Balcanes, Grecia y Turquía.

La colisión que hubo entre ambos continentes fue la que dio lugar a las cadenas montañosas y regiones mencionadas, y a que todos los sedimentos superficiales acabasen esparcidos por ellas. Se tenía constancia de la existencia de GRAN ADRIA desde hacía años porque se había detectado mediante ondas sísmicas, pero nunca antes se había determinado su origen. Con esta reconstrucción del GRAN ADRIA los geólogos involucrados han aportado luz sobre la formación de las cordilleras ya mencionadas, han constatado toda la complejidad geológica de la región mediterránea, cuyas transformaciones se deben a que las placas tectónicas[5] de la Tierra se han deformado internamente al colisionar unas contra otras a lo largo de toda la falla.

¿Por qué se ha llamado GRAN ADRIA a este continente sumergido?
La razón se basa en su situación geográfica al subducir bajo la placa Euroasiática, generando superficialmente rocas y grandes sedimentos esparcidos desde Turín, el talón de la Península Italica hasta la extensión que ocupa el Mar Adriático, del que deviene su nombre.
A lo largo de estas páginas he citado muchas veces la gran complejidad de nuestro planeta, las interacciones que desconocemos entre los diversos sistemas del planeta, aunque poco a poco los grandes avances tecnológicos nos están sirviendo para desvelar lo “insospechado y lo inconcebible hasta hace menos de cien años”.

La Corteza continental del Mediterráneo
 "La región del Mediterráneo es simplemente un desorden desde el punto de vista geológico", afirmó Van Hinsbergen."Todo está curvado, fracturado y apilado".
"Estas rocas (del Mediterráneo) se interpretan como continentales. No somos los primeros en reconocer que debió haber habido un continente, pero hemos mostrado su extensión y reconstruido este continente en mucho más detalle de lo que jamás se había realizado", señaló el científico a BBC Mundo.
Los investigadores tienen pruebas y certeza absoluta de que las rocas estudiadas eran parte de un continente.

Comparado con esto, el Himalaya, por ejemplo, representa un sistema bastante simple. Allí se observan varias líneas de falla grandes en una distancia de más de 2.000 kilómetros.
“Las mayores dificultades para poder detectar este continente perdido ha sido la dispersión de los restos aflorados, y solo en la última década los científicos han contado con el software necesario para una reconstrucción geológica tan compleja”, según explicó Van Hinsbergen

Dos tipos de Corteza terrestre en GRAN ADRIA
“La corteza oceánica que es más fina, pero densa, químicamente más simple y con una historia geológica más corta, porque generalmente se subduce en un período de 200 millones de años luego de su formación y típicamente se encuentra entre 4 y 6 km bajo el nivel del mar”.

“La corteza continental, en cambio, es más gruesa pero menos densa, químicamente compleja y con una larga historia geológica, y típicamente yace sobre el nivel del mar o a profundidades más cercanas a la superficie”, explicó Van Hinsbergen a BBC Mundo.

Formación del GRAN ADRIA: la colisión con Europa
"La mayoría de las cadenas de montañas que investigamos se originaron en un solo continente que se separó del norte de África hace más de 200 millones de años", señaló Douwe van Hinsbergen, investigador principal y geólogo de la Universidad de Utrecht en Holanda.

Una parte restante del continente se encuentra en una franja que va desde Turín, a través del mar Adriático, hasta el talón de la bota que forma Italia. Esa zona es conocida por los geólogos como “Adria”, por lo que Van Hinsbergen llamó al continente perdido GRAN ADRIA. “Los investigadores implicados en este proyecto creen que estas rocas comenzaron su existencia como sedimentos marinos. Estos elementos, más tarde, fueron “raspados” de la superficie de la corteza terrestre y elevados a sus posiciones actuales debido a las colisiones de las placas tectónicas.
Por este motivo, tanto el tamaño original como la forma y la historia de esa masa terrestre desaparecida han sido muy difícil de “reconstruir”, así: 
“Restos del continente perdido del GRAN ADRIA, entre los que se encuentran calizas y otras rocas, han sido identificados por geólogos de varios países, al investigar todas las cadenas montañosas desde España hasta Irán al detalle durante diez años” (sic).

El estudio de estos restos, su identificación y la reconstrucción de su historia no ha tenido precedentes, dado que lo visible del continente son piedras calizas y otros restos rocosos existentes en cadenas montañosas europeas, y que la mayor parte del GRAN ADRIA se encuentra sepultado bajo el sur de Europa.

Fases del GRAN ADRIA
Hace 258 millones de años, el supercontinente llamado PANGEA no se había dividido aún entre Laurasia al norte y Gondwana al sur.

Restos calcáreos descubiertos en los Montes Taurus en Turquía
que prueban la existencia de GRAN ADRIA
Más de 200 millones de años después, la historia de GRAN ADRIA ha sido reconstruida paso a paso por los geólogos de universidades de Utrecht y de Oslo, y del Instituto de Geofísica ETH, en Zúrich (Suiza). El continente se convirtió en una masa separada cuando se desprendió del supercontinente GONDWANA, que comprendía lo que es actualmente América del Sur, África, Australia, la Antártida, el subcontinente indio y la Península Arábiga.

Hace unos 140 millones de años el continente estaba sumergido en gran parte bajo un mar tropical, donde los sedimentos acumulados se transformaron en roca. Estas rocas de piedra caliza en las montañas Taurus en Turquía son restos visibles del GRAN ADRIA.
Luego de esa fractura, que tuvo su origen hace unos 240 millones de años, el continente, con un tamaño similar a Groenlandia comenzó a desplazarse hacia el norte.

Entre 100 y 120 millones de años esta gran masa chocó con lo que es actualmente Europa y su corteza se hizo añicos. Gran parte del GRAN ADRIA acabaron deslizándose debajo de Europa, pero algunas rocas del continente perdido, que fueron "raspadas" en la colisión, fueron esparcidas en la superficie terrestre. Ahora, se ha descubierto algo que ha dejado incrédulos a los científicos, y es que el GRAN ADRIA se trata de un continente que en la actualidad se encuentra bajo el mar, concretamente bajo los pies de los ciudadanos europeos. Solo una fracción de las rocas que lo constituían permanecieron en el norte.
“Si bien la colisión tuvo lugar a velocidades no mayores de 3 o 4 centímetros por año, esa presión fue suficiente para destrozar la corteza de 100 km de profundidad y enviar el resto del continente a grandes profundidades en el Manto terrestre. Los científicos señalan que partes del GRAN ADRIA se encuentran a unos 1.500 km de profundidad”.
"La placa de la que este continente era parte tenía cerca de 100 km de grosor, y solo los primeros 5 km quedaron en la superficie", afirmó Van Hinsbergen a BBC Mundo.
"El resto descendió hacia el manto, donde puede ser detectado con ondas sísmicas, con una técnica que se llama tomografía sísmica”.
"Nosotros documentamos esas reliquias del planeta en un documento que publicamos hace dos años llamado Atlas del Submundo, Atlas of the Underworld, como el bloque egeo que se encuentra bajo Grecia".

5.     PLACA TECTÓNICA o LITOSFÉRICA: es un fragmento de Litosfera que se mueve como un bloque “relativamente” rígido sobre la Astenosfera. La teoría sobre la Tectónica de Placas explica la estructura y la zona dinámica superior de la superficie terrestre, describiendo su movimiento, direcciones e interacciones. Son de dos tipos: las placas litosféricas de la corteza oceánica y las de la corteza continental. Hay también placas mixtas que se encuentran cubiertas o “montadas” por una placa de la corteza continental y así mismo y en parte por corteza oceánica. Existen en la actualidad 15 placas tectónicas principales y 42 placas secundarias. Los límites entre placas son de tres tipos: Divergentes [se separan], que corresponden esencialmente a la corteza oceánica; Convergentes [chocan entre sí], y generan bien fenómenos de subducción o bien de colisión y  de Fricción, cuando se desplazan “lateralmente” generando grandes terremotos.
6.     GRADIENTE TÉRMICO: o gradiente de temperatura, se denomina a la variación de temperatura por unidad de distancia. En el sistema internacional se define en grados Kelvin como la relación Kelvin/metro. En síntesis el gradiente térmico es la transferencia de calor desde un cuerpo caliente hacia un cuerpo más frío.
7.    RADIACIÓN SOLAR: es el conjunto de las radiaciones electromagnéticas emitidas por el Sol. El Sol es una estrella que se encuentra a una temperatura media de unos 6.000ºK o 5.727ºC, en cuyo interior se producen reacciones de fusión nuclear que se traduce en una pérdida de masa que se transforma en energía. Esta energía liberada la emite el Sol al exterior mediante radiación solar, que se distribuye desde la banda del infrarrojo hasta el ultravioleta. Esta irradiación la distribuye el Sol “radialmente” en torno a su esfera, por lo que no toda esta radiación llega a la superficie de la Tierra. Además las ondas ultravioletas mas cortas son absorbidas por los gases de la atmósfera terrestre. Por lo tanto la radiación solar que llega a la Tierra es la Irradiancia, que mide la potencia por unidad de superficie que alcanza la Tierra, siendo esta unidad el W/m² o vatio por m². En números absolutos la radiación solar que recibe la Tierra es de 63.450.720 W/m². La energía que llega al exterior de nuestra atmósfera terrestre, perpendicular mente a su superficie, se establece en una cantidad fija llamada “constante solar” = 1.373 W/m² según la escala del World Radiation Reference Centre o WRRC,y de 1.353 W/m², según fuentes de la NASA, siendo esta cantidad variable durante el año en un ±3% como consecuencia de la “elipticidad de la órbita terrestre” en torno al Sol. Ello quiere decir que su radiación aumenta en órbitas más circulares y disminuye en órbitas más elípticas, lo cual es otro factor a contemplar de cara a los cambios climáticos.
8.    EYECCIÓN DE MASA CORONAL [EMC]: es una onda formada por la radiación y el viento solar que se produce y desprende del Sol en los períodos de máxima actividad solar. Aunque estos fenómenos se pueden producir en cualquier momento de la actividad del Sol, se ha observado que sus máximos ocurren en períodos de 11 años. Es un plasma consistente principalmente de electrones y protones que pueden contener pequeñas partículas pesadas como helio, oxígeno e incluso hierro, debidas a enormes cambios y turbulencias producidas por el campo magnético de masa coronal y de las erupciones solares. Es una onda de efectos muy peligrosos para la Tierra y su campo magnético si se encuentra orientado al sur, puede dañar los sistemas de comunicación transformadores, circuitos eléctricos, etc., reduciendo el campo magnético terrestre durante un plazo de tiempo, llamándose por ello “tormenta solar”. Si la orientación es al norte, su efecto rebota en la magnetosfera.
ADELENTÁNDONOS a un futuro muy lejano para los humanos actuales, pero cercano para la Tierra:
La Ciencia ya ha estimado cómo va a ser la formación de los siguientes Supercontinentes 


AMASIA, de los ≈+50 a ≈+200 mill.años
Como he citado en estas páginas durante numerosas veces, las VARIACIONES ORBITALES y de MOVIMIENTOS que se producen en la Tierra, son consecuencia (entre otros factores) de los CINCO movimientos a los que se encuentra físicamente sometido el planeta: Rotación, Traslación, Precesión, Nutación, Bamboleo de Chadler, que Milankovitch (Etiqueta 101) definió en sus Ciclos.

Estos cambios con “variaciones cíclicas” algunas de cientos-miles de años, son los causantes del CAMBIO CLIMÁTICO en la Tierra, a los que se “unen otros factores externos”, como las variaciones del gradiente geotérmico[6] en la radiación solar[7] que llega a la superficie terrestre, las eyecciones de masa coronal (CME)[8], los posibles impactos de Meteoritos, Asteroides, que pueden generar importantes impactos en los patrones climáticos sobre la Tierra.

Pensemos también en las perturbaciones que “otros cuerpos celestes” producen en la Rotación terrestre; los cambios que se producen en la excentricidad traslacional al pasar el planeta de una órbita terrestre casi circular a otra casi elíptica; la inclinación del eje terrestre en la Rotación, provocando una oblicuidad en la incidencia de los rayos solares sobre su superficie modificándose las zonas de soleamiento, oblicuidad que combinada con otros fenómenos como con la ralentización que se produce en su velocidad de rotación por los efectos de la Luna, podrían incrementar la duración del día en más de 1,5 horas, etc.
Movimientos permanentes de la Tierra: Traslación, Rotación, Precesión, Nutación y Bamboleo de Chadler
Milutin Milankovic (1879-1958), doctor en Ciencias Técnicas de la Escuela Técnica de Viena (actual Universidad Tecnológica de Viena) es el primero que en 1920 predice las incidencias que se producen de manera cíclica sobre el planeta. Determina que se seguirán sufriendo períodos de nuevas Glaciaciones (nos encontramos en un período Interglacial que podría terminar en unos 25.000 años), así como la formación de un nuevo Supercontinente consecuencia de las “variaciones caóticas, con cambios en la oblicuidad de su elíptica superiores a 90º”. A todas estas transformaciones se unirán que la “radiación solar” se incrementará, como consecuencia del aumento de helio en el núcleo del Sol, lo que podría conllevar a la “pérdida” del volumen de los océanos” por el aumento de la temperatura y un cese posible en la Deriva Continental.

AMASIA, cuyo nombre deviene de las siglas iniciales de América-Asia, es el Supercontinente cuya formación se formará en el Polo Norte, según las conclusiones a la que han llegado diversos científicos, produciéndose entre los futuros 50 y los 200 mill.años, tras la unión de Norteamérica y Asia. Tal fusión de ambos continentes provocará a su vez el cierre del Océano Pacífico y llevará a que el Océano Atlántico pase a ser el mayor océano del planeta. Hago una cronología de plazos en base a los estudios realizados.

A comienzos de los años 90 nace la idea de una nueva PANGEA, y sería Christopher Scotese, geólogo de la Universidad de Texas quien predijo su evolución. La hipótesis de partida de la evolución de los continentes actuales para crear un futuro Supercontinente sería, que bien se formaría por encima del Supercontinente anterior (introversión) o bien en el lado opuesto del planeta (extroversión).

Ross Mitchell y sus colegas de la Universidad de Yale, en base a un modelo desarrollado apuestan por un modelo alternativo cuya formación del Supercontinente se originaría “a un ángulo de 90º de distancia del anterior (orthoversión)”. Aportan como base de dicha teoría que su modelo es consistente con los datos “paleomagnéticos”[9]  utilizados para determinar las distancias entre los sucesivos Supercontinentes del pasado: NUNA y/o COLUMBIA, el más antiguo, cuya existencia se enmarca aproximadamente entre los 1.800 a 1.500 mill.años; RODINIA cuya existencia establecen en 1.100 mill.años y PANGEA.  AMASIA lo sitúan el siguiente, pero no el último.
Los investigadores de la Universidad de Yale establecen la inevitable unión entre América y Eurasia en un plazo que puede comprender entre los 50 y los 200 mill.años. Esta hipótesis la basan en la actividad tectónica existente de las masas terrestres y su permanente movimiento, con un punto de encuentro que se situaría en el Polo Norte.

A finales de 1990 en la revista New Scientist, Roy Livermore de la Universidad de Cambridge, postularía también la existencia futura del Supercontinente AMASIA, postulando el cierre del Océano Pacífico, un acoplamiento de Australia con Asia y el desplazamiento hacia el norte de la Antártida. Su hipótesis implica de manera progresiva la formación en el tiempo de tres Supercontinentes: AMASIA, NOVOPANGEA Y PAGEA ÚLTIMA. Entre sus comentarios citamos:
«Me he tomado la libertad de abrir una nueva grieta entre el océano Índico y el Atlántico norte -dice-. Sabemos que la grieta del este africano está activa, de manera que proyectamos eso al futuro abriendo un pequeño océano. África oriental y Madagascar se mueven a través del océano Índico hasta llegar a Asia; Australia ya ha tocado el sudeste asiático». Al sur de lo que hoy es India, una cadena montañosa ha surgido del mar a lo largo de una nueva zona de subducción. Justo al sur se encuentra la Antártida. En el futuro ideado por Livermore, todos los actuales continentes forman parte: «No creo que la Antártida se quede en el polo -afirma-. Quiero que venga hacia el Norte». Para que esto suceda postula una nueva zona de subducción.

En 1992, Chris Hartnady geólogo de la Universidad de Ciudad del Cabo (Sudáfrica), aceptando el desafío de imaginar la formación del próximo Supercontinente, desarrolla una teoría coincidente que se basa principalmente en el hecho de que la placa del Pacífico se encuentra subduciendo bajo Eurasia y América del Norte. 
Como el Océano Atlántico se continúa ampliando, estableció que: 
«En esta visión del futuro, Australia continúa hacia el Norte, mientras que África y la Antártida permanecen más o menos en sus posiciones actuales». «Las Américas, moviéndose en el sentido de las agujas del reloj alrededor de un punto central en el nordeste de Siberia, parecen destinadas a fusionarse con la margen este del futuro supercontinente, al que el geólogo de Harvard Paul Hoffman llamó Amasia».

PANGEA ÚLTIMA o Novopangea, de ≈+0 a ≈+300 mill.años
La formación de este Supercontinente sugerido por Christopher Scotese devendrá de las continuadas modificaciones de los continentes actuales, y que en base a lo establecido por la teoría de la Deriva Continental, puede configurarse como Supercontinente tras la agrupación de todas las masas terrestres dentro de unos 250 mill.años.

El escenario principal girará en torno al fenómeno de la subducción que se producirá en el océano Atlántico occidental, a todo lo largo de toda la costa este de América del Norte y unos millones de años más tarde se producirá también a lo largo de la costa de América del Sur.
El océano Atlántico se ampliará, a pesar de que Puerto Rico en la zona oriental del Caribe se moverá hacia el norte, mientras que la placa de Escocia lo realizará hacia el sur.

En el proceso de tiempo que transcurra en los próximos 50 mill. años, el movimiento de las Placas Tectónicas[5] harán que NORTEAMÉRICA rote al  contrario de las agujas del reloj, situándose la actual Alaska en latitudes subtropicales, al mismo tiempo que EURASIA rotaría en el sentido de las agujas del reloj, con lo que Gran Bretaña se situaría cerca del Polo Norte y por el contrario Siberia bajaría también a latitudes subtropicales[ver imagen].
Entre los movimientos continentales que se producirán, se prevé que ÁFRICA choque con EUROPA y ARABIA, cerrando el mar Mediterráneo y el mar Rojo. De igual manera parece que Australia se extendería hacia el norte, colisionando con el sudeste de Asia, generando una nueva zona de subducción que rodeando Australia se extendería hacia el oeste por el océano Indico central. Se podrían formar entonces una gran cadena montañosa al sur de Europa, desde lo que hoy es España, pasando por Italia y Grecia y llegando hasta el Medio Oriente y Asia.

En la NORTEAMERICA actual, el sur y la baja California chocarían con Alaska formando nuevas orogenias[3] entre ellos, cordilleras que se han previsto pudieran ser más altas que el actual Everest. Uno de los cambios que se consideran más importantes en la PANGEA ÚLTIMA es el inicio de una nueva línea de subducción que se situaría en toda la costa oriental de América del Norte y América del Sur.

Sobre los 100 mill.años, a medida que los continentes vayan girando hacia el norte, se configurará la ampliación del océano Atlántico, que como veremos más adelante al describir el Supercontinente AMASIA, puede llegar a convertirse en el océano más grande del planeta, superior incluso al Pacífico.

El océano Indico se reducirá también en el norte, como consecuencia de la subducción[4] de la corteza oceánica bajo la India. La Antártida chocará también con Australia y la fosa central de la India, y el sur de Australia empujará a la Antártida hacia el norte de Australia. Las rocas sobre las que se asientan las ciudades este de la actual Norteamérica como Nueva York, Boston y Washington D.C. se convertirán en altas sierras montañosas.

América del Norte habrá chocado contra Europa-Asia [AMASIA] y América del Sur se envolverá en torno a la punta sur de África, con una Patagonia unida a Indonesia. La Antártida una vez más seguirá en el Polo Sur, mientras el océano Pacífico habrá aumentado en su extensión hasta cubrir más de la mitad de la Tierra.
Al describir anteriormente al Supercontinente AMASIA[ver imagen], precursor entre los próximos 50 y 150 mill.años, vemos el inicio de las transformaciones en la que se convertirá  NOVOPANGEA dentro de los 250 mill.años.

Tras todos estos procesos y cambios extraordinarios con grandes cataclísmos”[10], por supuesto “cruentos” para cualquier civilización humana que poblara entonces la Corteza terrestre, nos mostraría a los continentes una vez más  agrupados dentro de los próximos 300 mill.años, pero que,…
Tras unas decenas de millones de años después, VOLVERÁN DE NUEVO A INICIAR UNA SEPARACIÓN, siguiendo ese ciclo continuo que tiene más de 4.000 mill.años.

La Ciencia hoy, también predice que este ciclo de formación de supercontinentes, probablemente continúe hasta que nuestro Sol que habrá crecido hasta convertirse en una "gigante roja" aumentando su volúmen y al enfriarse su superficie cambiará de color, y que dadas sus dimensiones y la cercanía de la Tierra con el Sol, consumirá tanto la Tierra como a todos los planetas del Sistema Solar Interior [Mercurio Venus y Marte], terminándose ese ciclo dentro de unos 4.000 a 5000 mill.años, cuando el Sol se haya transformado en una "enana blanca".

9.    PALEOMAGNETISMO: disciplina enmarcada dentro del Geomagnetismo, es la que se encarga del estudio del campo magnético de la Tierra [o por extensión la de cualquier cuerpo planetario]. Se puede estudiar el pasado de un campo magnético como consecuencia de que, al contrario de otros campos como el gravitatorio, el campo magnético queda grabado en las rocas en su formación, a través de procesos fisico-químicos. Cuando un material se encuentra sometido a altas temperaturas por encima del “punto de Curie”, los minerales ferromagnéticos contenidos en el material, “cambian su estado magnético” pasando a ser supermagnéticos. Entre los posibles mecanismos de adquisición de remanecia magnética, la más caracteristica es la “remanencia térmica o termorremanencia” [TRM: Termal Remanent Magnetisation].
10.    CATACLÍSMO/ICO: Su origen etimológico se basa en la palabra griega Kataklysmós que derivó a la latina Cataclysmus. Son desastres naturales que pueden tener consecuencias transformadoras de nuestro entorno y que se producen en el planeta como consecuencia de acciones telúricas, volcánicas, climáticas, atmosféricas o oceánicas, o bien por acciones externas al mismo como meteoritos o asteroides, deflagraciones o llamaradas solares o radiaciones astronómicas. Suponen transformación o destrucción de medios físicos, biotopos, incluso pueden llegar afectar a la supervivencia de la vida del planeta o extinción como ha ocurrido al menos en seis ocasiones, dos de ellas casi totales (Tierra “bola de nieve”). Un ejemplo claro lo tenemos con la erupción del Supervolcán Toba [VEI-8] en Indonesia y su erupción masiva producida entre los 70.000 y 75.000 años, de cuyas consecuencias estudios genómicos muy recientes han demostrado que prácticamente desapareció toda la especie Homo existentes a unas 1.000 parejas, merced a la producción de un invierno volcánico que redujo las temperaturas promedio globales de la Tierra en unos 15º. Un cataclismo de dimensiones similares podría producirlo el Supervolcán Yellowstone, cuyo ciclo eruptivo se produce cíclicamente cada unos 600.000 años y desde la última erupción han transcurrido 650.000 años.



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