Cada día
sabemos más y entendemos menos
Albert Einstein [1879-1955]. Científico alemán nacionalizado estadounidense
La Insolación solar
Es la cantidad de
energía en forma de radiación solar[1] que alcanza a
la Tierra en
un día [insolación diurna], o en un año [insolación anual]. Se calcula y se mide en el nivel
superior de la atmósfera, o en su forma “atenuada”,
cuando se mide en la superficie del planeta tras su paso por la atmósfera.
La unidad de medición
es el denominado Langley [Ly] en julio.m², que es
la unidad utilizada para medir la radiación solar o insolación
que nos llega del Sol, tanto en la superficie de la Tierra como al nivel
superior de la atmósfera.
1 Langley = 1 caloría / cm²
►
La constante solar [K]:
es la cantidad de energía recibida en forma de radiación solar en la unidad de
tiempo y por unidad de superficie. Los satélites han arrojado un valor promedio
de 1366 W.m2 (Vatio.m2).
La constante solar se
expresa también en:
• calorías / cm² . minuto, sabiendo que: 1 julio = 0,24 calorías;
• que 1 minuto = 60 seg.,
y que 1
m² = 100 .100 cm² = 104
cm2,
Es: K=1366.julios/s.m² = 1366 x 0,24 x 60/10³ =1,967 calorías/cm².
min.
► La luminosidad solar: es la cantidad de energía emitida por el Sol, en
la unidad de tiempo.
Tanto la luminosidad solar como la
masa solar son parámetros utilizados astronómicamente como una unidad de medida de otros objetos
astronómicos[2]. En el siguiente Cuadro
se establece una tabla comparativa de objetos astronómicos conocidos, siendo como hemos citado el Sol la
“unidad”,así:
NOMBRE
|
Denominación Astronómica
|
Tipo de
Estrella
|
Tipo espectral
|
Luminosidad
[L Sol]
|
Próxima Centauri
|
V645
Centauri
|
Enana
roja
|
M5.5Ve
|
0,000138
|
Estrella Van Maanen
|
GJ 35
|
Enana
blanca
|
DZ7
|
0,00018
|
SOL
|
|
Enana amarilla
|
G2V
|
1
|
Vega
|
Alfa Lyrae
|
Estrella
blanca
|
A0V
|
37
|
Aldebarán A
|
Alfa Tauri
|
Gigante
naranja
|
K5III
|
350
|
La Radiación solar[1]
El Sol se encuentra a
una temperatura media en superficie de
unos 5.727ºC
teniendo en su interior una serie de reacciones de fusión
nuclear que van reduciendo su masa al transformarse en energía. Es esta
energía liberada la transmite el Sol en forma de radiación
solar[1].
La radiación solar[1] es pues, el conjunto de las radiaciones electromagnéticas que emite el Sol en un
tiempo determinado, y su magnitud se denomina “irradiancia” [3], que es la
que mide la potencia por unidad de superficie
que llega al planeta, siendo su unidad el W/m²
[Vatio/m²]. Se distribuye esta energía desde el infrarrojo
hasta el ultravioleta, aunque algunas
radiaciones como las ondas ultravioletas nocivas
no llegan a la Tierra
al ser absorbidas por los gases de la atmósfera.
La atmósfera
terrestre es “diatérmana”, es decir, deja pasar
el calor con facilidad y no se calienta directamente por la radiación solar,
sino que ésta es calentada indirectamente por la
reflexión de dicha radiación de la superficie del suelo y de los mares y
océanos. Ésta energía recibida del Sol, después de atravesar la capa
atmosférica casi sin calentarla, produce una elevación de temperatura en la
superficie terrestre. El aire se calienta más en unas
zonas que en otras de la atmósfera, causando desequilibrios térmicos,
que son el origen de la circulación atmosférica que tiende a mitigar esta
diferencias de temperatura entre el día y la noche y entre las diferentes zonas geoastronómicas[4]. Casi
todos los efectos que se producen en la atmósfera como tormentas,
huracanes/ciclones, tornados, etc., están directamente concernidos por la radiación solar[1] y los
saltos térmicos que se producen sobre la superficie terrestre.
La energía eólica es otra forma de aprovechamiento de la
radiación solar[1] de la Tierra, ya que ésta, al
calentar con diferente intensidad las diferentes zonas de la superficie
terrestre, da origen a los vientos que pueden ser utilizados para la generación
de electricidad y otros usos.
1. RADIACIÓN SOLAR: es el conjunto de las radiaciones
electromagnéticas emitidas por el Sol. El Sol es una estrella que se encuentra
a una temperatura media de unos 6.000ºK o 5.727ºC, en
cuyo interior se producen reacciones de fusión nuclear
que se traduce en una pérdida de masa que se
transforma en energía. Esta energía liberada la emite el Sol al exterior
mediante radiación solar, que se distribuye
desde la banda del infrarrojo hasta el ultravioleta.
Esta irradiación la distribuye el Sol “radialmente” en
torno a su esfera, por lo que no toda esta radiación llega a la
superficie de la Tierra. Además
las ondas ultravioletas mas cortas son
absorbidas por los gases de la atmósfera terrestre.
Por lo tanto la radiación solar que llega a la Tierra es la Irradiancia, que mide la
potencia por unidad de superficie que alcanza la Tierra, siendo esta unidad
el W/m² o vatio por m². En números absolutos la
radiación solar que recibe la
Tierra es de 63.450.720 W/m².
La energía que llega al exterior de nuestra atmósfera terrestre, perpendicular
mente a su superficie, se establece en una cantidad fija llamada “constante solar” = 1.373 W/m² según la escala del World Radiation Reference Centre o WRRC,y de 1.353 W/m², según fuentes de la NASA, siendo esta cantidad variable durante el año en un ±3% como consecuencia
de la “elipticidad de la órbita terrestre” en
torno al Sol. Ello quiere decir que su radiación aumenta
en órbitas más circulares y disminuye en órbitas más elípticas,
lo cual es otro factor a contemplar de cara a los cambios climáticos.
2. OBJETOS ASTRONÓMICOS: del Sistema Solar: 1 Estrella; 8
Planetas mayores; 5 Planetas Enanos [y docenas pendientes de inclusión]; 400
satélites naturales; 587.479 Planetas Menores, 3.153 Cometas, 19 Satélites
Asteroidales y cientos de millones de cuerpos, centauros y polvo cósmico de
dimensión muy variable situados en los cinturón de Kuiper y la nube de Oort. A
principios del 2016 fue publicado un estudio sobre la posible existencia de un
noveno planeta en el Sistema Solar, al que se dio el nombre provisional de
PHATTIE.
3. IRRADIANCIA: es la magnitud que sirve para
describir la potencia incidente por unidad de superficie, de “todo tipo” de radiación
electromagnética, potencia incidente sobre unidad de superficie en que
incide la onda. Se mide en la unidad: W/m²
[Vatio/m²]. La escala del WORLD RADIATION REFERENTE
CENTRE o WRRC estable que la “constante solar” que llega a la atmósfera
superior de la Tierra
por unidad de superficie y tiempo es de= 1.373 W/ m².
Magnitud física
|
Simbolo
|
Unidad de medida
|
Abreviatura
|
Observaciones
|
Energía
radiante
|
Q
|
Julio
|
J
|
Energía
|
Flujo
radiante
|
Φ
|
Vatio
|
W
|
Energía irrad./ tiemp.
|
Intensidad radiante
|
I
|
Vatio por estereorradián
|
W.sr−1
|
Potencia por unidad
|
Radiancia
|
L
|
Vatio por estereorradián por m²
|
W.sr−1.m−2
|
Potencia
|
Irradiancia
|
E
|
Vatio por m²
|
W.m−2
|
Potencia/und. superf.
|
Emitancia
radiante
|
M
|
Vatio por m²
|
W.m−2
|
Potencia/und. superf.
|
Radiancia
espectral
|
Lλ
|
Vatio por estereorradián por m³
|
W.sr−1.m−3
|
Intensid./ und.superf.
|
Irradiancia
espectral
|
Eλ
|
Vatio por m³
|
W.m−3
|
Potencia
|
4. ZONAS GEOASTRONÓMICAS: son aquellas
zonas o “paralelos” notables o principales en las que se divide a la superficie
terrestre. Existen CINCO zonas geoastronómicas:
DOS zonas templadas, una “norte” entre el
paralelo 23,5º y el 66,5º Norte, y otra “sur” entre el paralelo 23,5º y el
66,5º Sur; DOS zonas polares, una Norte o Ártica
por encima del paralelo 66,5º Norte y otra Sur o Antártica por debajo del
paralelo 66,5º Sur; y UNA zona intermedia o
Intertropical que recoge el ecuador terrestre, y que se sitúa entre los
paralelos 23,5º Norte y el paralelo 23,5º Sur.
La radiación
solar[1] como motor del planeta
Como hemos citado, la
atmósfera tiene una propiedad singular con la diatermia,
es decir se deja atravesar sin calentarse, dejando llegar a la superficie
terrestre las radiaciones electromagnéticas emitidas
por Sol o radiación solar, que se encuentra
formada por la combinación de campos eléctricos y
magnéticos. Esta energía recibida por la
superficie terrestre o irradiancia se traduce
en un valor medio o “constante solar” =1.373
W/m² según la escala establecida por el World
Radiation Reference Centre o WRRC, y de 1.353 W/m², según fuentes de la NASA.
Esta energía externa recibida por el planeta, se “une” a
la “otra” energía interna o geotérmica recibida desde el núcleo de la Tierra. Sin ambas energías, la
vida en el planeta no se hubiera desarrollado.
Casi toda la
totalidad de la energía utilizada por los seres vivos procede del Sol. Esta
energía genera la temperatura en la superficie terrestre y el efecto de la
atmósfera combinado con el clima, sirven para mitigar las temperaturas entre el
día y la noche, así como entre las diferentes zonas
geoastronómicas[4]
de nuestro planeta.
Las plantas la
absorben directamente y realizan uno de los fenómenos “esenciales
para la vida”, la fotosíntesis[5], de la que
hemos hablado y dada su importancia desarrollaremos más adelante. Por ejemplo sin
la fotosíntesis[5], los combustibles fósiles que
son en la actualidad la fuente principal de energía de los seres vivos,
y que se formaron merced a la energía capturada y transformada por las plantas
hace miles de millones de años, esta energía no se hubiera producido.
La radiación solar[1] se ha establecido por el WRRC en los 631450.720 W/m².
Esta energía es una mezcla
de radiaciones electromagnéticas cuyas longitudes de onda se sitúan
entre los 200 nm y 4000 nm[6], distinguiendo entre
ellas la radiación ultravioleta, la luz visible y la radiación
infrarroja, así:
► Radiación ultravioleta: es una radiación de menor longitud de onda,
del orden de los 360 nm, que conlleva mucha
energía interfiriendo en los enlaces moleculares, en especial de aquellas ondas
menores a los 300 nm[6] [la del ultravioleta
cercano de 380 nm[6], por ejemplo tiene una energía de 523.10-21 Julios],
que pueden alterar las moléculas de ADN,
esenciales para la vida.
Como hemos referido son absorbidas por la parte alta de la atmósfera, en
especial por la capa de ozono. Es “fundamental” protegerse de este tipo
de radiación, dado que puede conllevar alteraciones del ADN asociado al cáncer de piel. Formaciones nubosas en la
atmósfera como los cúmulos pueden atenuar estos efectos, aunque el riesgo solar
sigue existiendo y su pantalla no es una garantía.
► Espectro de luz visible: es la región del espectro electromagnético que es
visible para el ojo humano. A la radiación
electromagnética en este rango de longitudes de onda se la denomina como luz visible, o simplemente “luz”,
y aunque no hay límites exactos en el espectro visible, el ojo humano
responde a longitudes de onda que se sitúan de los 390 a 750 nm[6].
Su desarrollo y el estudio del espectro de luz,
no son objeto de esta página, pero entran dentro del estudio de la interacción
entre la radiación electromagnética y la materia, o Espectroscopia.
► Radiación infrarroja: es una radiación que se sitúa en más los 760 nm[6], es decir se corresponde
con ondas más largas, con poca energía asociada. Son los gases invernadero de
la atmósfera como el CO2, el vapor de agua y las pequeñas
gotas de agua en suspensión en las nubes, los que absorben con mucha
intensidad estas radiaciones infrarrojas.
La atmósfera se ha convertido en un filtro, ES UN FILTRO, dado que entre las múltiples capas que
la forman, distribuye la energía solar para que llegue a la superficie
terrestre tan solo una parte de estas radiaciones. Por otro lado y entre las
buenas funciones que ejerce la atmósfera, es
que en su parte externa absorbe parte de estas radiaciones, reflejando al espacio exterior el resto. Esta situación establece
un determinado “balance térmico”, cuyo
resultado es el ciclo del equilibrio radiante.
La radiación infrarroja aporta a la Tierra una energía de 324 W/m², de
los cuales: 236 W/m² son reenviados
al espacio exterior, 86 W/m² son
reflejados por las nubes y 2 W/m²
son reflejados por el suelo en forma de radiaciones de onda corta. Pero
el reenvío de esta energía no se realiza directamente, sino que parte de ella
es absorbida por la atmósfera generando el efecto
invernadero.
5. FOTOSÍNTESIS: La fotosíntesis
es la conversión de materia inorgánica en materia
orgánica gracias a la energía que aporta la luz solar. En este proceso
la energía lumínica se transforma en energía química estable. De todas las
células eucariotas, únicamente las fotosintéticas presentan cloroplastos,
poseen unos orgánulos que usan la energía solar para impulsar la formación de
ATP y NADPH, que son compuestos utilizados con posterioridad para el ensamblaje
de azúcares y otros compuestos orgánicos.
6. NM [Nanómetro o nm]: viene de la unión de los prefijos griegos “nano”=enano y
“metron”= unidad de medida y equivale como unidad de longitud del Sistema
Internacional de Unidades [SI] a la “millonésima parte de un metro” o lo que es
igual a la notación científica de 1nm=10−9 m=10 ângstroms. La nueva
ciencia denominada como Nanotecnología y los
nuevos materiales como el Grafeno [Etiqueta 76 de JUAN
ADIA] establecerán un salto cualitativo en los avances tecnológicos del
ser humano.
Eyecciones de la masa
coronal del Sol [CME]
Serían los
aficionados astrónomos ingleses Richard
Christopher Carrington y Rchard Hogson, descubridores
de la rotación diferencial de Sol mediante la observación de sus manchas
solares, los que por primera vez observaron una erupción solar el 1 de septiembre de 1859, dándosele posteriormente el nombre de
“evento Carrington” por los
efectos catastróficos que esta erupción solar produjo en ésa época. Ésta “fulguración
solar” fue una “llamarada blanca” extraordinariamente
intensa, que pudieron recoger proyectando la imagen producida por un telescopio
óptico sin filtros.
Las fulguraciones solares están
siempre asociadas a las Eyecciones de Masa Coronal [o las CME], y son de
una importante influencia en nuestra meteorología terrestre. Éstas liberan una
cascada inmensa de partículas de alta energía a la que se conoce como tormenta
de protones, que pueden atravesar el cuerpo
humano provocando en él daños bioquímicos. Su flujo de rayos X incrementa la ionización de la
atmósfera superior, interfiriendo en las comunicaciones de radio en onda corta,
y aumentando el “rozamiento” de los satélites situados en órbitas bajas, lo que
los puede llevar a su decaimiento
orbital.
Las Eyecciones de Masa Coronal
[CME] son ondas
de radiación y viento solar que se desprenden del Sol, en períodos denominados
como de “máxima actividad solar”. Es una onda de alta peligrosidad para la Tierra, que tras su impacto
con el campo magnético, puede devenir en grandes daños en los satélites
geoestacionarios, sistemas de comunicación
terrestres, red
y centrales eléctricas, transformadores, etc.
El material
eyectado por las CME es un plasma de electrones y protones,
conteniendo además pequeñas partículas de helio, oxígeno e
incluso hierro.
Su origen parece ser que se debe a la “reconexión
magnética” o el reordenamiento de las líneas del campo
magnético que se producen en el Sol, y que viene acompañado a su vez por
una liberación espontánea de la energía almacenada en los campos originales,
que es eyectada de forma opuesta.
Estas
acciones pueden originar una “tormenta
geomagnética” en la Tierra, es decir una perturbación temporal de la magnetosfera
terrestre que puede ser causada por las CME y por el viento solar. El incremento de la presión de este viento solar comprime la
magnetosfera, interactúa con el campo magnético terrestre y trasfiere la
energía recibida a la magnetosfera. Esta presión sobre la magnetosfera puede
aumentar o disminuir en función de la actividad solar [ver imagen].
Sus fases o etapas son:
► 1º - Erupción solar: ocurre en la superficie del Sol, seguramente como hemos citado
debido a una “reconexión magnética” de sus regiones más activas.
► 2º - Fulguración solar: durante la erupción solar se liberan inmensas cantidades de radiación electromagnética en
todo el espectro, desde los rayos
gamma hasta la onda corta, que viaja por el medio
interplanetario y choca con la
Tierra en aproximadamente unos 8
minutos, si la eyección es realizada por el
Sol en dirección coincidente con la situación de la Tierra.
► 3º - La Eyección de Masa Coronal
o CME: sucede posteriormente a la fulguración solar, y en algunos casos
es impulsada como una nube de plasma o eyección de masa coronal. Su dirección y
orientación dependen de su zona o origen de formación, sus efectos en el caso
de ir dirigida hacia la Tierra,
como hemos citado, pueden ser catastróficos.
Se sabe
que ha habido planetas que al no tener un campo magnético potente, han
sido “desposeídos” por el viento solar de la pequeña atmósfera que hubieran podido formar
gravitacionalmente. Ha sido por lo tanto el campo
magnético terrestre o campo geomagnético, el mejor
sistema de protección de la
Tierra frente a agentes exteriores como los vientos solares.
La magnetosfera de la Tierra
Las últimas
investigaciones establecen que el campo magnético
terrestre no se formó en el origen del planeta hace 4.567 mill.años, ni se produjo tampoco
tras el impacto de TEA y la formación de la Luna hace 4.533 mill.años, y
ni tan siquiera tras su conformación final hace 4.470
mill.años, sino posiblemente unos 1.000 mill.años después hace aproximadamente unos 3.500 mill.años. Este campo magnético si que propició y coadyuvó a la protección de la
atmósfera terrestre de los vientos solares
y las virulentas eyecciones de plasma, que
bombardeaban el planeta.
La magnetosfera terrestre no es única entre los
planetas del Sistema Solar que poseen campo
magnético como Mercurio, Júpiter, Saturno, Urano y
Neptuno. En Ganímedes satélite de
Júpiter, y en Marte, solo existe una
magnetización superficial, sin magnetosfera exterior. Su historia es reciente, fue descubierta en 1958 por el
satélite Explorer I,
aunque antes se conocieran algunos efectos magnéticos en el espacio como
consecuencia de las erupciones solares que producían a veces tormentas
magnéticas en la Tierra.
Sería Thomas Gold
quien en 1959 propusiera el nombre de “magnetosfera”
al escribir:
“La región por encima de la Ionosfera, en el campo
magnético de la Tierra,
predomina sobre las corrientes de gas y partículas répidas cargadas. Se sabe
que se extiende en una distancia del orden de 10 radios terrestres, por lo que
podría ser llamada apropiadamente como magnestosfera” [sic.]
Existe pues una cierta coincidencia en esta fecha
de hace unos 3.500 mill.años, con “dos hechos singulares” en la Historia de la
Tierra:
1º ► Por un lado la aparición verificada de los primeros estromatolitos o camas[7] que han señalado a los científicos un comienzo de la
VIDA en el planeta. Este último
antepasado común universal [last universal common ancestor],
denominado LUCA[8] por sus siglas del que devino el hipotético primer
organismo, aparecido aproximadamente hace 3500
millones de años en el llamado Eón Arcaico,
ha sido considerado el antepasado común más reciente
del conjunto de todos los seres vivientes, incluso de los conocidos como
fósiles.
2º ►
Al mismo y tras el declive de las erupciones
volcánicas, la existencia ya de una Atmósfera formada a través de las
inmensas cantidades generadas de vapor del agua
contenida y atrapada en las rocas del interior de la masa eruptiva y que al
pasar a la atmósfera, quedó «atrapada» por el
ámbito gravitacional de la
Tierra dada su masa. Tras millones de años, esta atmósfera gradualmente permitió
reducir las temperaturas en la superficie y la formación de una Corteza
terrestre solidificada y habitable. Aunque esta “formación”
de la atmósfera en el planeta no la debemos confundir con la “aparición” de los Océanos, que como veremos más
adelante, las últimas investigaciones lo datan sobre hace unos 4.100 millones de años.
Como hemos citado al
hablar del Núcleo interno [ver Etiqueta 100],
la Tierra
genera un campo magnético que se extiende desde su Núcleo
interno al Núcleo externo que hace de geodinámo[9],
envolviendo el planeta con dos anillos toroidales
denominados cinturones Van Allen, y
extendiéndose hasta su encuentro con el viento solar.
El campo magnético se
puede asemejar al de un campo creado por un dipolo
magnético, que en el caso del planeta se encuentra inclinado en 11,5º con respecto al eje de Rotación. Este momento dipolar
que establece la intensidad del campo magnético es según medición de la actualidad de 8x1022amperiosxm2, medición considerada el “doble” de la media
determinada en el último millón de años, que se ha establecido en: 4x1022amperiosxm2 .
La magnetosfera que origina en Núcleo
externo
de la Tierra,
es la que genera
los fenómenos de convección que se producen en
su masa de hierro fundido que combinados con la rotación
este-oeste de dicho núcleo causada por la rotación terrestre [efecto de Coriolis[10]], originan el campo
magnético terrestre, proceso similar al de la Hipótesis de la
Dínamo[9].
La capa que se forma y extiende por encima de la ionosfera por la interacción del viento solar y el
magnetismo de la Tierra
por encima de los 500 kms. de altura, sirven de protección a la Tierra de los efectos de la
radiación, especialmente del viento solar y de
gran parte de los rayos cósmicos.
Esta magnetosfera
desvía las partículas cargadas hacia los polos
magnéticos, siendo la causa también de las auroras
australes y boreales.
Si no existiera la magnetosfera,
la VIDA en la Tierra probablemente no
habría surgido o hubiera surgido de forma diferente a la que conocemos,
debido a la alta radiación a la que el planeta
se encuentra sometido por el Sol. Si no existiera, el
planeta hubiera ido perdiendo el agua tanto de la atmósfera como de los océanos,
al igual a lo que le ha podido ocurrir al planeta Marte.
La intensidad del viento solar y la intensidad
del campo magnético es muy variable. En la zona que sufre la acción del viento
solar y se encuentra más comprimida, se denomina como “magnetopausa”
y se sitúa a unos cien mil kms. de la
superficie del planeta, sin embargo en la dirección contraria al Sol, la acción
de presión del viento solar expande la magnetosfera y la prolonga
elipsoidalmente hasta más del millón de kms. [ver imagen].
7. ESTROMATOLITOS [o CAMAS]: son formas de la célula primitiva (del griego strōma = cama/alfombra y litho = piedra). Son estructuras
carbonatadas estratificadas que tienen formas diversas, que se han
formado en aguas someras por la captura y fijación de partículas carbonatadas
por parte de las primeras células vivas, las Cianobacterias.
8. LUCA [last universal common ancestor]:
El último antepasado común universal,
conocido por sus siglas en inglés, es el hipotético último organismo del que
descienden todos los existentes. Es el antepasado
común más reciente de todo el conjunto de los
seres vivos actuales y probablemente también de todos los conocidos que han
aparecido como fósiles, aunque no se puede descartar teóricamente que se
identifiquen restos de otros seres vivos de la misma o mayor antigüedad que él.
Se estima que vivió hace alrededor de 3.500 millones
de años.
9. HIPÓTESIS DE LA DÍNAMO: es la
teoría científica que intenta explicar el mecanismo por el que un cuerpo
celeste, como por ejemplo la
Tierra, genera un campo magnético a su alrededor. En el caso
de la Tierra
se cree que su campo magnético está causado por
el movimiento de “convección” que se produce en
su masa de hierro y níquel fundidos del
interior del Núcleo, que se une al efecto Coriolis
que aparece por la rotación terrestre. Cuando
un cuerpo fluido conductor se desplaza por un campo magnético, aparecen corrientes eléctricas inducidas que generan “otro campo magnético”. Este campo inducido unido al campo preexistente es el mismo efecto que se produce
en una dinamo: el campo total se sostiene a sí mismo.
10. CORIOLIS [El Efecto]: El efecto
Coriolis es una fuerza inercial o ficticia
descrita en 1836 por el científico francés Gaspard-Gustave
Coriolis, que aparece cuando un cuerpo está en movimiento sobre los
objetos que se mueven sobre su superficie. En el caso de la Tierra aparece en los
cuerpos que están en movimiento en su superficie como consecuencia de la Rotación, siendo la
tendencia de giro según el hemisferio que consideremos. La fuerza de Coriolis
es realmente la suma de dos fuerzas: una componente tangencial y una componente
radial, siendo siempre perpendicular a la dirección del eje de rotación del
sistema.
La Inversión Geomagnética o
de la “polaridad” terrestre,
es el resultado del
cambio de orientación o polaridad del campo magnético terrestre, de forma tal,
que las posiciones del polo norte y del sur se
intercambian. Ocurre de manera ocasional en intervalos de tiempo “aleatorios”
pero que se han producido con una frecuencia entre las 1 a 5 veces cada millón de años,
lo cual dada la edad del planeta [4.470 mill.años],
hace que haya sido un hecho relativamente común.
La última reversión
conocida es la denominada de Bernard Brunhes y Motonori Matuyama [o Brunhes~Matuyama],
un evento que se produjo hace 780.000 años,
hecho constatado científicamente y del que se tiene constancia de que el campo
magnético terrestre hizo su última inversión de
polaridad.
Los dos polos
magnéticos se desplazan de forma independiente
el uno del otro, y no están situados perfectamente “enfrentados” en puntos
opuestos del globo, no es un eje coincidente como el del eje de Rotación
terrestre.
A veces su movimiento
es acelerado, habiéndose detectado en la
actualidad desplazamientos en el polo norte magnético de más de 50 kms. por año, unos 125
metros/día [ver imagen]. En los últimos 180 años el polo norte magnético
ha estado “migrando” hacia el noroeste, desde
el Cabo de Adelaida en 1831 hasta la bahía de Resolute en 2001, cubriendo una
distancia-desplazamiento de más de 600 kms..
Actualmente el valor
promedio del campo geomagnético se “reduce” en su
intensidad, habiéndose producido un declive total estimado entre el 10 y el 15% en los últimos 150
años.
Sus causas se
desconocen, se sabe que se produce de forma repentina,
pero como publicó la revista Science
recientemente: “el campo magnético de la Tierra no es tan simple
como creíamos”. Además, independientemente de los polos norte y sur, existe
otro campo magnético protector más débil que se
encuentra extendido por toda la superficie del planeta. El mapa de sus isolíneas de intensidad son denominados cartas isodinámicas, que ha establecido un mínimo de
intensidad sobre América del Sur y un máximo sobre el norte de Canadá, Siberia
y la costa Antártica al sur de Australia [ver imagen].
¿Cuáles pueden ser las
consecuencias para el planeta, de una nueva Inversión
Geomagnética?
Se conoce que la
última inversión magnética, llamada de Brunhes-Matuyama, se produjo en el planeta hace 780.000 años. Realmente se desconocen sus efectos
ante la falta de datos científicos su efecto. Pero si somos conscientes de que
en la actualidad nuestra sociedad es altamente dependiente de la tecnología, y
somos altamente vulnerables ante los campos magnéticos, y los sistemas
terrestres pueden verse muy alterados por las
perturbaciones electromagnéticas que se produzcan, pensemos por ejemplo en los
sistemas de navegación basados en los satélites geoestacionarios, líneas y
centros de electrificación terrestre, etc.
Además en la fase de cambio de polaridad, se estima por los
científicos que el campo magnético terrestre podría quedar “desactivado”
durante un corto plazo [¿?], dejando al planeta en
una situación muy vulnerable ante las partículas cargadas del viento solar y las cósmicas.
Los peligros pueden ser por lo tanto impredecibles e
indefinidos, y desde luego científicamente se desconoce su alcance en
otros muchos sistemas como por ejemplo en la atmósfera, en la climatología,
etc.
Los cinturones de Van
Allen [ver imagen]
En 1958 en base a los
datos obtenidos del satélite Explorer 1, James Van
Allen, físico estadounidense al frente del Instituto de Física de la Universidad de Iowa,
llevó a cabo investigaciones sobre los rayos cósmicos y la física atmosférica,
descubriendo la existencia de dos zonas de radiación de alta energía que
circundaban la Tierra,
llamadas en su honor como cinturones Van Allen.
Los cinturones de Van Allen son áreas en forma de anillo
de forma toroidal en las que los protones y
electrones se mueven en espiral entre los polos magnéticos terrestres, formando
dos cinturones “separados” cuyos valores son aproximados y no conforman una “esfera magnética” sino que también son “asimétricos”,
es decir en algunas zonas se encuentran más cerca de la superficie del planeta,
así:
1º ► El cinturón interior: se
extiende desde los 1.000 hasta los 9.500 kms. por encima de la superficie del planeta, y
contiene protones y electrones de origen solar
y ionosférico.
2º ► El cinturón exterior: que
se extiende desde los 15.000 a los 28.000 kms. por encima de la superficie y de forma separada
al anterior que contiene principalmente electrones
del viento solar. Su acción no afecta a los satélites en órbitas
medias-altas como los geoestacionarios que se sitúan sobre los 36.000 kms. de altitud.
Estos cinturones de radiación son el producto del
intenso campo magnético terrestre que se genera con la
Rotación del planeta.
Las partículas de
este campo atrapan partículas cargadas [plasma] que proceden del viento solar, así como las partículas cargadas que se
han generado por la interacción de la atmósfera terrestre con la radiación
cósmica y la solar de alta energía. Se sabe que estos cinturones contienen
antiprotones y antipartículas de una enorme fuerza electromagnética.
La Anomalía del Atlántico Sur [AAS]
La Anomalía magnética del Atlántico Sur [ver imagen]
es una región del primer “cinturón interior” Van Allen,
que se encuentra a pocos cientos de kilómetros [unos
200 kms.] de la superficie del planeta.
Los cinturones Van Allen como hemos citado son “asimétricos”
respecto del eje magnético
del planeta, que como sabemos se encuentra inclinado a 10,5º
respecto del eje
rotacional terrestre, que a su vez también vimos en el Etiqueta 101 que también se encuentra inclinado 23º27´ respecto al plano de la eclíptica. La
intersección entre ambos ejes no se encuentra situada en el centro del
planeta sino a 500 kms. al norte, así que el “cinturón
interior” se ubica más cerca de la superficie terrestre sobre el océano
atlántico.
La forma del AAS cambia con el tiempo, pero no solo a largo o
mediano plazo, sino que puede hacerlo durante el día. Esta anomalía a la
altitud de 500 kms., se amplia desde los –50º a
los 0º de latitud
geográfica, y desde los –90º a los 40º de longitud.
En la imagen se
establece en color rojo sobre una mapa la Anomalía, que es una “depresión en el campo magnético terrestre”, lo que
permite que los rayos cósmicos y partículas cargadas puedan alcanzar con su efectos nocivos, bajas altitudes sobre la superficie
terrestre [ver
imagen].
Su importancia
deviene de que es la región en donde existe una mayor
radiación solar, situación muy importante para el paso de satélites y
naves espaciales. Estas implicaciones, unidas a que su origen y consecuencias
no son conocidas, ha motivado a los científicos a un estudio de la región y una
vigilancia permanente del fenómeno.
Las Temperaturas y
Presión del interior de la
Tierra
El interior de la Tierra se caracteriza por
un aumento gradual de tres factores fundamentales e íntimamente ligados:
temperatura, presión y densidad.
La temperatura de la Tierra aumenta con la profundidad en base a un
fenómeno conocido como “gradiente térmico[11] o geotérmico”,
alcanzando en el centro de la
Tierra según las últimas investigaciones,
temperaturas superiores a los 7.000ºK, equivalentes a los 6.726,85ºC, y que aunque pueda
extrañar, son superiores a los 5.727ºC
existentes en la superficie del Sol.
Durante sus años de
formación, el planeta ha ido reteniendo mucha de la energía adquirida en su
años de transformación tanto internamente como debida al efecto de factores
externos, y el calor fluye de manera continua hacia la superficie perdiéndose
en el espacio. El aumento de la presión provoca con la profundidad un
incremento en la densidad de las rocas. Esta temperatura y presión a medida que
se incrementa la profundidad afecta a las propiedades físicas y por lo tanto al
comportamiento mecánico de los materiales terrestres.
Si la temperatura
supera el punto de fusión de un material, los enlaces químicos de este material
se rompen dando lugar a la fusión del mismo. Pero si la temperatura fuera el único factor
que determinara la fusión, nuestro planeta sería una bola fundida
internamente cubierta por una costra o capa exterior delgada y sólida. Al
entrar sin embargo la presión como factor al
aumentar la profundidad, ésta presión tiende a incrementar la resistencia de la
roca, produciendo un aumento de la densidad que
a su vez produce un aumento de volumen.
Toda esta combinación
de factores físicos y químicos que repercuten en los materiales que forman el
planeta, determinan la mecánica terrestre,
generando las llamadas corrientes de convección en el Manto, que hacen derivar
los continentes que flotan sobre él.
La Corteza[12] es
sólida y rígida, y posee una densidad media de 2,8 gr/cm³.
Entre los 400 y los 700 kms. de
profundidad, la propagación de las ondas sísmicas han determinado temperaturas
entre los 1.500 y los 1.900ºC.
El Manto contiene el magna o rocas fundidas que se
deforman plásticamente generando corrientes de convección, variando su densidad
media entre los 3,4 y los 4,6 gr/cm³,
y variando sus temperaturas entre los 600 y los
2.500ºC. El Manto inferior, con una
densidad media entre los 4,6 y los 5,5 gr/cm³,
termina en la discontinuidad de Gutenberg[13] a
2.900 kms. de profundidad, que lo separa del Núcleo externo.
El Núcleo externo, como hemos citado se encuentra en un estado
plástico-fluido creando las corrientes de
convección y girando sobre el Núcleo interno.
A esta profundidad se ha observado que no se propagan las ondas sísmicas
transversales, de lo que se infiere la fusión de lo que se denomina Núcleo exterior y la existencia a esta profundidad de
temperaturas del entorno de los 3.700ºC. A los 5.150 kms. de profundidad, límite inferior del Núcleo externo, se produce la “reaparición” de este tipo de ondas lo que ha indicado la existencia
de temperaturas por debajo del punto de fusión de los 4.300ºC.
A partir de este
límite se inicia el Núcleo interno que se sitúa
entre los 5.150 y los 6.371 kms. de profundidad,
donde como hemos citado la
Temperatura puede alcanzar
los 6.726,85ºC, una Presión que puede alcanzar los 360 GPa [1GPa o
gigapascal=109 Pa], y teniendo una Densidad promedio muy alta del entorno de los 12,5 gr/cm³, la más alta de todos los planetas del Sistema Solar.
11. GRADIENTE TÉRMICO: o gradiente de temperatura, se denomina a la variación de
temperatura por unidad de distancia. En el sistema internacional se define en
grados Kelvin como la relación Kelvin/metro. En síntesis el gradiente térmico
es la transferencia de calor desde un cuerpo caliente hacia un cuerpo más frío.
12. CORTEZA [Terrestre]: capa más superficial de la Tierra. Está formada por rocas
que se sitúan sobre los continentes y las plataformas continentales. Esta capa
está formada por rocas replegadas que forman las cordilleras actuales y
antiguas de los continentes, así como la base de las plataformas continentales
y los fondos marinos. Tiene un espesor entre los 0 y
-130 kms. de profundidad, a la que se sitúa la
discontinuidad de Mohorovicic, capa que la separa del Manto superior. Se
denomina como Litosfera,
denominándose como Astenosfera su capa más
dúctil que se sitúa entre los -30 y los -130 kms., siendo
la
Astenosfera muy discutida tanto su existencia como su
espesor que antiguamente formaba parte del Manto superior. La
Corteza comprende en todo su espesor dos zonas
diferenciadas la Corteza Terrestre y la Corteza Oceánica.
13. DISCONTINUIDAD DE GUTENBERG: es la división existente entre el Manto inferior y el Núcleo
externo de la Tierra. Se
encuentra a 2900 kms. de profundidad y se caracteriza por ser el límite donde
se generan las corrientes electromagnéticas que dan
origen al “campo magnético” de la
Tierra, gracias a la acción “convectiva” del roce
entre el “Núcleo externo”, que se encuentra
formado por materiales ferromagnéticos, y “ Manto
interno o inferior”.
El origen
de la temperatura existente en la
Geosfera[17]
Este calor interno de la Tierra se ha formado por la
combinación de dos factores esenciales:
1º► El calor residual de
la “acreción planetaria”, que se ha estimado en
un porcentaje del 20% sobre el total, y que se
une a
2º► El calor producido
por la “desintegración radiactiva” producida
por los isótopos con mayor producción de calor
en la Tierra: el potasio-40, el uranio-235 y 238 y el torio-232 que
supone el restante 80% del total.
Debido a que la mayor
parte de este calor es producido por la desintegración
radiactiva[14],
los científicos ha pensado que en la historia temprana de la Tierra, antes de que
los isótopos de reducida vida media se
“agotaran”, la producción y emisión de calor de la Tierra tuvo que ser mucho
mayor.
Se ha estimado que esta
producción extra de calor que se emitía hace unos 3.000
mill.años, tuvo que ser el “doble” que
la actual y ello pudo haber incrementado los gradientes de temperatura del
interior de la Tierra,
y haber incrementado por ello la “convección” [15] del Manto y la Tectónica de Placas,
incrementando la producción de rocas ígneas como las komatitas,
que en la actualidad no se forman.
El
promedio de la pérdida de calor del
planeta es de unos 87 mW.m2
, que supone una pérdida global de 4,42 x 1013 W.
En gran parte de la energía térmica del Núcleo es emitida hacia la Corteza a través de la “plumas volcánicas” existentes en el Manto externo,
por los afloramientos de rocas sometidas a altas temperaturas. Estas plumas
también producen puntos calientes y coladas. La
mayor parte del calor que pierde el planeta se filtra entre las Placas Téctónicas[16] asociadas
a las dorsales oceánicas, pérdidas que se
producen por conducción a través de la Litosfera y especialmente bajo los océanos,
que es donde la Litosfera
es de menor espesor, estando más cerca del Manto superior, y como la superficie
oceánica supone además casi el 75% de toda la
superficie terrestre, esto hace que la pérdida
sea muy elevada.
14. DESINTEGRACIÓN RADIOACTIVA: Los núcleos se componen de protones y neutrones, que se mantienen unidos por la
denominada “fuerza nuclear fuerte” o “fuerza fuerte”. Algunos núcleos atómicos
tienen una combinación de protones y neutrones que
“no tienen una configuración estable”, es decir son núcleos “inestables o radiactivos”. Estos núcleos tienden a
aproximarse a una configuración estable, a base de emitir partículas. Según se
produce esta desintegración radiactiva en base a las partículas emitidas, se
clasifican en: desintegración Alfa, Beta o Gamma.
15. CONVECCIÓN [CONVECTIVO/A]: es una de las tres formas de “transferencia del calor”. Se caracteriza porque se
produce siempre por un medio “fluido” [líquido,
gas o plasma], que transporta el calor entre zonas con diferente temperatura.
La convección se produce únicamente a través/ por medio de materiales, la
evaporación del agua o fluidos. La convección es en sí mismo: “el transporte de calor por medio del movimientos del
fluido”. Esta transferencia implica el transporte de calor en “un
volumen” y la mezcla de elementos macroscópicos de porciones calientes y frías
de un gas o líquido.
16. PLACA TECTÓNICA o LITOSFÉRICA: es un fragmento
de Litosfera que se mueve como un bloque “relativamente” rígido sobre la Astenosfera. La
teoría sobre la Tectónica
de Placas explica la estructura y la zona dinámica superior de la
superficie terrestre, describiendo su movimiento,
direcciones e interacciones. Son de dos tipos: las placas litosféricas
de la corteza oceánica y las de la corteza continental. Hay también placas mixtas que se encuentran cubiertas o
“montadas” por una placa de la corteza continental y así mismo y en parte por
corteza oceánica. Existen en la actualidad 15 placas
tectónicas principales y 42 placas secundarias. Los límites entre placas
son de tres tipos: Divergentes [se separan],
que corresponden esencialmente a la corteza oceánica; Convergentes
[chocan entre sí], y generan bien fenómenos de subducción
o bien de colisión y de Fricción,
cuando se desplazan “lateralmente” generando grandes terremotos.
17. GEOESFERA: es la parte sólida que está en el interior de la Tierra y está representada
por rocas, minerales y suelos, que conforman esferas concéntricas o capas
denominadas como Corteza, Manto y Núcleo. Se identifica con el doble
significado que identifica como “la parte sólida del
planeta Tierra”, así como la de cada una de las partes que la GEODINÁMICA [de la Tierra]: es la rama de la Geología que trata sobre
los agentes o fuerzas que intervienen en los procesos dinámicos de la Tierra. Se subdividen en:
> Geodinámica externa o de los procesos
exógenos, que estudia
los agentes y fuerzas externas de la
Tierra, tales como el viento, temperatura, humedad, aguas,
hielo, etc., así como el clima y la interacción de este sobre la capas
superficiales del planeta; metodologías y técnicas sobre las “formas del
relieve” o Geomorfología y la acción/es de sus agentes como el agua o
Hidrogeología, y la
> Geodinámica interna o de los procesos
endógenos, que estudia
los factores y fuerzas profundas del interior de la Tierra, y sus técnicas
geofísicas y métodos especiales para el conocimiento de la estructura de capas
más profundas y su comportamiento; dinámica de los procesos que han configurado
la estructura de la Tierra
como la “convección” del Manto terrestre o Geofísica; análisis de las ondas
sísmicas o Sismología; dataciones radiométrica de los materiales y rocas y
otros.
► Seguirá en la 10@ PARTE, Etiqueta 105
No hay comentarios:
Publicar un comentario