“Cuanto más democrática se vuelve una democracia, más tiende a ser gobernada por la plebe, [...] degenerando en tiranía”.
¿Es realmente España una Democracia?. Esta fue la pregunta que hice a mi interlocutor y la que ha inspirado esta página del Blog. Mi interrogado evitó inicialmente la contestación de la pregunta, divagando sobre su desconocimiento real de lo que era una Democracia, a pesar de poseer en su currículum dos carreras, pero tras una serie de comentarios acerca del tema, concluyó con que,… España NO era una Democracia.
Personalmente estoy absolutamente seguro de que España NO es todavía una Democracia, y no por intitularse así el régimen de gobierno que tenemos, quiere ello decir que lo seamos realmente. No somos una Democracia porque NO respetamos las bases por las que debe regirse tal tipo de régimen de gobierno del pueblo.
El pálpito existente en la calle, después de los incesantes quebrantamientos de la Ley, prevaricaciones, cohechos, abusos ilimitados de los fondos públicos de los políticos en el poder, latrocinios de estos fondos, utilización del poder legislativo para otros fines que no son para el beneficio del ciudadano, como las leyes antinatura; el aborto; la eutanasia; airear los crímenes de guerra producidos más allá de la prescripción que establece el Código Penal, lo que nos podría llevar hasta Viriato; la aplicación de la “dannatio memoriae” para hechos futiles que renuevan el enfrentamiento de las dos Españas; desconocer el significado de la palabra “laico”, aplicándola a una de las definiciones del Estado; la omisión de una Fiscalía (institución del Estado) sectaria, a su obligación institucional, día sí y día no, de perseguir de “oficio” cualquier delito de todo ciudadano, sea de la adscripción política que sea; el quebrantar a favor de minorías la letra de la suprema Ley que es la Constitución y la unidad y los símbolos de España, por unos políticos que amparándose en su inmunidad parlamentaria, se vanaglorian encima de ello públicamente (lo que también constituye un delito), etc.,… todo ello ha trascendido e impregnado al ciudadano español, de más moralidad y principios, en algunos casos culturalmente menos formado, generando en él un desprecio absoluto por la clase política y por las instituciones del Estado, fomentado en “unos” un “pasotismo” total sobre la política (especialmente en la gente joven), y en “otros” (los menos formados moralmente) una norma de conducta que les incita y les alienta a la delincuencia, al robo o a la trasgresión de cualquier tipo de ley, reivindicando el ejemplo de esos políticos que han dicho: “el dinero público no es de nadie” (sic.).
Polibio (200 a.C.~118 a.C), el historiador griego considerado como unos de los más importantes de la Humanidad, ya que fue el primero en escribir una Historia Universal, fue muy crítico con el funcionamiento de las democracias, ya que alegaba que el ciudadano se encontraba inhabilitado para elegir entre diversas propuestas por una supuesta ignorancia sobre los aspectos políticos, ignorancia e incultura alimentada normalmente por los poderes económicos y políticos por su propio beneficio.
Este sistema fue denominado por el propio Polibio como Olocracia o “gobierno de la muchedumbre”, que Aristóteles incluyó como una de las tres formas específicas de degeneración de las formas puras de gobierno. ¿Tendría razón Polibio, y es culpable el propio ciudadano con su pasotismo, desinhibición y admisión de las corruptelas de los políticos, de la degeneración de la Democracia?.
Vuelvo a preguntarme y a preguntarles,… ¿es realmente España una Democracia?.
Creo que todos necesitamos, aunque sea sintéticamente, unas nociones sobre los que es la Democracia, cuál es la que adoptamos en España y cuales son las premisas básicas que debe de cumplir un gobierno para definirse como Democracia.
La democracia aparece primariamente en antigüas civilizaciones que constituyeron sus instituciones en base a un sistema igualitario, de elección comunitaria, a la que se ha denominado como democracia tribal. Se convierte posteriormente en el 500 a.C., en una experiencia de gobierno adoptada por algunas ciudades-estado de la Antigüa Grecia, significándose entre ellas Atenas.
Con posterioridad adopta diversos apellidos como democracia directa, indirecta o representativa, participativa o plebiscitaria, liberal, socialdemocracia, etc., y realmente se consolida con la proclamación consciente y presente de los llamados Estado de Derecho y División de Poderes, que se logran a través de dos grandes revoluciones en el siglo XVIII: La Declaración de Independencia de los Estados Unidos en 1776 y la Revolución Francesa de 1789.
En la página siguiente sobre la DEMOCRACIA, entraremos en esquematizar lo que define su sistema de gobierno y contestaremos a las preguntas:
¿Qué es una Democracia?, ¿cuáles son sus principios y características fundamentales?.
Añadiremos también el Texto integro y el Anexo del Pacto del Tinell, firmado por los Nacionalistas Catalanes, creando un “cordón sanitario” al Partido Popular, para evitar su conquista democrática del poder. Merece la pena incluirlo, para que no olvidemos nunca los actos ANTIDEMOCRÁTICOS y conozcamos a los totalitaristas con quienes nos estamos jugando la unidad de España.
Teoría Cíclica que establecía POLIBIO de el ciclo que se producía a través del tiempo, en los Gobiernos de la naciones:
De Monarquía > a Tiranía > a Aristocracia> a Oligarquia> a Democracia> a Demagogia> y de nuevo a Monarquía
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