El Universo no “dialoga”,
cumple leyes
JUAN ADIA
La Eclíptica
Es la línea curva o
órbita que describe el Sol alrededor de la Tierra en su movimiento aparente, visto desde la Tierra. Se denomina
como plano de la Eclíptica[1]
al plano medio que contiene la órbita de la Tierra alrededor del Sol, y
que al mismo tiempo contiene la órbita del recorrido anual aparente del Sol
observado desde la Tierra.
El eje de la Tierra tras el impacto
sufrido por TEA, se encuentra “hoy” inclinado en unos 23,4372º
[es variable en el tiempo] respecto al ecuador terrestre, este mismo ángulo es
el que forma la Tierra
con el plano de la Eclíptica [véase imagen].
El plano de la eclíptica[1] es el “plano medio”
que describe la órbita de la
Tierra en su movimiento alrededor del Sol, conteniendo este
plano al eje inclinado de la Tierra. Es
importante también establecer que este plano es “perpendicular”
al momento angular que genera el sistema Tierra-Luna
en su traslación alrededor del Sol.
Este ángulo ha sido variable a lo
largo de los 4.470 mill.años del planeta,
habiéndose movido entre los 21,5º
y los 24,5º. En la
actualidad [2015~2016] es exactamente de 23º26'14" es
decir 23,4372º, “disminuyendo” actualmente a
razón de 0.47"/año. Se sabe que en 1917, hace cien años, fue exactamente de 23º27´00".
No se sabe con
exactitud la influencia de esta variación de ángulo
del eje de la Tierra
en el muy complejo e interrelacionado geosistema
del planeta, aunque se cite en numerosas veces esta influencia, desconozco al
respecto publicaciones o estudios. Si es “obvio” que la variación en esta
inclinación influye en la inclinación que
presenta el planeta frente al Sol, y por lo tanto en el campo de soleamiento que afecta a la superficie terrestre y por lo
tanto al clima. Recuerden que la banda en el
planeta donde se desarrollaron las primeras civilizaciones se encuentra entre
el paralelo 30º norte [por encima de los 23'5º del Trópico de Cáncer] y el 30º
sur [por debajo de los 23'5º del Trópico de Capricornio].
Como podemos ver en
la imagen, respecto a este plano de la Eclíptica[1], la Luna también tiene una
desviación de 5,14º. El movimiento de la Tierra respecto al Sol que
detallaré al hablar del movimiento de Traslación es de oeste
a este, opuesto al movimiento de este a oeste
de la esfera celeste.
Este ángulo y falta
de perpendicularidad entre el eje de rotación de la Tierra y el plano de la Eclíptica, es la que
genera sobre el hemisferio norte el solsticio de
verano y en el hemisferio sur el solsticio de
invierno, así como los correspondientes equinoccios
de primavera y otoño,
es decir, esta inclinación del eje es la responsable [o la fortuna, según se
mire] de las cuatro estaciones que se producen
en el planeta.
Los “cinco” movimientos
de la Tierra
La Tierra
está en permanente movimiento en el vacío del espacio y se encuentra sometida a
cinco movimientos definidos como: Rotación, Traslación,
Precesión, Nutación y el bamboleo de Chadler,
a los que se une también las “variaciones orbitales” o
Ciclos de Milankovich.
ROTACIÓN
Es el movimiento de
giro que realiza la Tierra
sobre su propio eje. Si tomamos el polo norte
como punto de vista, el planeta gira de oeste a este,
es decir, en sentido antihorario. Su giro
completo se produce exactamente en 23 horas, 56 min. y
4 seg., y su valor exacto es el que establece la
medición del día terrestre, y su diferencia temporal hasta las 24 horas
exactas, se acumula cada cuatro años en el día bisiesto, el 29 de febrero.
Existen factores “externos”
como las interacciones gravitacionales de la Luna, que a lo largo de
millones de años han ralentizado esta rotación. Aparte de otras muchas acciones
“internas o endógenas” a la que se ve sometido el planeta, como el seísmo producido
en el Océano Indico en 2004 que aceleró la rotación en 3 microsegundos; o las acciones de ajuste en la redistribución
de la masa de la Tierra,
como el producido en la última etapa postglacial, desde
el final de la 13ª Edad de Hielo, que ha
modificado el momento de inercia de la geosfera.
Hoy se conocen las
variaciones que se producen en la inclinación del eje terrestre respecto al
plano de la eclíptica, que ha variado entre los
21º59´y los 24º50´, habiéndose podido comprobar que dichas variaciones
se encuentran sujetas a un período cíclico de 40.000
años. Si a esto le unimos la variaciones producidas en los movimientos
de Traslación, Precesión, Nutación y el bamboleo de
Chadler, todos estos movimientos del planeta inciden directamente en el cambio climático.
La Rotación
inicial del planeta hace 4.500
mill.años era mucho más acelerada, situándose entre las tres a cuatro veces superior a la actual, con una duración del día
del entorno de las 6 horas. Esta velocidad se fue
reduciendo, entre otras cosas en base a la acreción[2] del planeta,
siendo en la actualidad en el ecuador terrestre de 1.669,75
kms./hora, es decir de aproximadamente 463,82
metros/segundo, que como podemos observar sigue siendo una
velocidad muy importante.
Para que nos hagamos
una mejor idea pensemos que un punto en la zona del ecuador terrestre que se
mueve en la actualidad a los 463,82 metros/ segundo,
y que hace 4.500
mill.años ese mismo punto iría a una velocidad cuatro veces superior, es decir
a nada menos que 1.855 metros/segundo,
lo que generaría un campo en torno a la superficie terrestre, que tendría como
veremos, importantes efectos en los eventos futuros que tuvo que superar el
planeta.
Las causas de la desaceleración que se ha ido produciendo en el
movimiento de Rotación, se ha debido a
múltiples fenómenos como a los movimientos de los vientos
y los agentes atmosféricos, a los cambios y desplazamientos
de la masa terrestre y a la pérdida
gravitacional que ejerce la
Luna sobre la
Tierra.
El origen de la
formación del campo magnético terrestre como veremos, se encuentra en la Rotación del planeta,
cuyo “inicio” según un estudio paleomagnético
sobre la dacita roja australiana y la lava acojinada, ha llegado a establecer una datación
de antigüedad estimada en los 3.450 mill.años.
Quiere esto decir que aproximadamente unos 1.000
mill.años posteriores a la formación del planeta, se generó el campo magnético terrestre.
Su origen, como citamos al hablar del núcleo terrestre, se encuentra en el núcleo exterior fluido circulando en el entorno del núcleo sólido interno, y produciendo un campo
electromagnético que unido al efecto Coriolis[4], es el que genera el campo magnético externo en
la superficie terrestre que resguarda al planeta, entre otras cosas, de las
corrientes de plasma y las llamaradas solares.
La llamada “hipótesis de la
Dinamo” [3] intenta explicar científicamente cómo aparece en
un cuerpo celeste el campo magnético. En el
caso de la Tierra,
ya dijimos al referirnos al Núcleo externo, que
el hierro y níquel contenidos en un estado fluido-líquido, al rotar sobre el Núcleo interno en el sentido este-oeste,
es el generador de los fenómenos de “convección” que combinados con el efecto de Coriolis[4], son la causa de la formación del
campo magnético terrestre, campo que es vital para la protección del
planeta frente a la acción de los vientos y llamaradas solares y los cuerpos
que impactan sobre el mismo.
1. ECLÍPTICA [La] ,
[Plano de]: es la
línea curva o órbita por la que transcurre la Tierra en su movimiento alrededor del Sol o
viceversa el recorrido anual aparente del Sol observado desde la Tierra. El Plano de la Eclípitica es el plano
medio que forma esta órbita de la
Tierra alrededor de Sol y contiene dicha órbita. Este Plano
se encuentra inclinado “unos” 23º27´ con respecto al plano del Ecuador
terrestre. Hemos dicho “unos” 23º27´ porque este ángulo de inclinación ha sido variable
en los miles de millones de años.
2. ACRECIÓN o Acrecimiento: es en Astronomía y
Astrofísica, la formación por colapsamiento gravitacional de los materiales
existentes en los discos circunestelares, que
crean las estrellas, planetas, satélites, etc.. Es una teoría propuesta en 1944
por el geofísico ruso Otto Schmidt.
3. HIPÓTESIS DE LA
DÍNAMO: es la teoría científica que intenta
explicar el mecanismo por el que un cuerpo celeste, como por ejemplo la Tierra, genera un campo
magnético a su alrededor. En el caso de la Tierra se cree que su campo
magnético está causado por el movimiento de
“convección” que se produce en su masa de
hierro y níquel fundidos del interior del Núcleo, que se une al efecto Coriolis que aparece por la rotación terrestre. Cuando un cuerpo fluido conductor
se desplaza por un campo magnético, aparecen
corrientes eléctricas inducidas que generan “otro
campo magnético”. Este campo inducido unido al campo
preexistente es el mismo efecto que se produce en una dinamo: el campo total se sostiene a sí mismo.
4. CORIOLIS [El Efecto]: El efecto Coriolis es una fuerza inercial o ficticia descrita en 1836 por el
científico francés Gaspard-Gustave Coriolis,
que aparece cuando un cuerpo está en movimiento sobre los objetos que se mueven
sobre su superficie. En el caso de la
Tierra aparece en los cuerpos que están en movimiento en su
superficie como consecuencia de la
Rotación, siendo la tendencia de giro según el hemisferio que
consideremos. La fuerza de Coriolis es realmente la suma de dos fuerzas: una
componente tangencial y una componente radial, siendo siempre perpendicular a
la dirección del eje de rotación del sistema.
5.
BIOCENOSIS: Llamada también la comunidad biótica, es el conjunto de los
organismos vivos y sus especies, y el espacio ambiental que genera su
supervivencia.
TRASLACIÓN
Es la órbita que
realiza la Tierra
alrededor del Sol, recorriendo en su desplazamiento un perímetro de 930 millones de kms.. Es una órbita “ligeramente” elíptica a una velocidad media
de 29,8 kms/seg., que tiene su afelio[6]
en los 152.098.232 kms.
[a 28,76 kms/seg.] o distancia más lejana al
Sol, y su perihelio[6] [a 30,75
kms/seg.] o más cercana en los 145.098.290
kms..
La
Traslación de la Tierra es pues el
movimiento elíptico de gran excentricidad que ejecuta nuestro planeta alrededor
del Sol en 365 días, 6 horas. 9 minutos y 9,7633 segundos, al que se denomina
como Año Sidéreo.
Pero
esta órbita elíptica "no es siempre"
regular. Es decir su Perihelio y su Afelio
varían a lo largo de los años, como ocurre con los otros movimientos que
realiza la Tierra. Veremos más adelante el de Precesión,
Nutación y el Bamboleo
de Chadler, todos los cuáles inciden de manera importante sobre el
Cambio Climático de la Tierra.
Es
decir, su Perihelio y su Afelio varían a lo largo de los años, y
tampoco "son iguales" sus velocidades máximas, que oscilan entre los
30,3 km/s (30300 metros/segundo) en el Perihelio
de 152.098.232 km, y los 29,3 km/s (29300 metros/segundo) en el Afelio,
menor distancia cifrada en los 147.098,290 km.
Si
comparamos estas velocidades de desplazamiento de su Traslación, con las del movimiento de Rotación (sólo de
463,82 metros/segundo), podemos observar su gran diferencia y denotar la
gran importancia que tienen estos DOS movimientos. Más aún, si observamos su
implicación en la sucesión de las estaciones (dada la inclinación del eje
terrestre), y la inclinación axial de los rayos solares según el momento del
año.
Pero esta órbita casi circular tampoco nos debe de confundir, porque
los científicos han podido verificar que dicha órbita varía en su
desplazamiento alrededor del Sol a lo largo de miles de años, desde órbitas casi circulares, a mucho más elípticas y con una gran
excentricidad en ciclos de unos 100.000 años, con afelios mucho más lejanos y perihelios
mucho más cercanos, y que tienen una “importantísima” incidencia sobre
los cambios climáticos terrestres,
sobre todo cuando “sus efectos se unen” a los producidos por los otros
movimientos que realiza el planeta.
Existen dos
denominaciones para definir este movimiento de la Tierra:
► Año sidéreo:
que es el tiempo que tarda la
Tierra en pasar por un mismo punto de
su propia órbita, para cuya medición se toma como referencia a las
estrellas.
Es
la medida más exacta de un año, siendo la
utilizada por los astrónomos.
Su
duración es de 366,256436918716 días sidéreos,
equivalentes a 365,256363 días solares medios,
es decir: 365 días, 6 horas, 9 minutos y 10 segundos.
► Año solar o tropical:
se denomina así al tiempo que es preciso para completar una vuelta de 360º alrededor del Sol. Su duración es de 365,242189 días del tiempo
solar medio o: 365 días, 5 horas, 48 minutos y
57 segundos.
La inclinación del
eje de la Tierra
en su movimiento de Rotación unida al
movimiento de Traslación, como hemos visto son
el origen de las estaciones climáticas del
planeta, produciendo períodos de varios meses de luz y oscuridad continuadas en
los polos geográficos, y son además la causa esencial de la incidencia de la radiación solar sobre la superficie terrestre.
Los cambios de
inclinación del eje del planeta sobre el plano de la Eclíptica[1] que pueden
variar entre los 22º y los 25º afectan a la
climatología terrestre y como se ha podido verificar también a los cambios climáticos en el planeta. Es de
lógica que una mayor o menor inclinación del eje de la Tierra en su Rotación, presenta ante el Sol una banda de insolación de la superficie terrestre diferente.
Realmente el
movimiento Rotación más el de Traslación, hacen comportarse a la Tierra como un objeto tridimensional rígido en el espacio, sometido
a la cinemática del sólido rígido[7] y denominado
como movimiento de “rototraslación”, que por
complejo que parezca se reduce a la superposición de dos movimientos básicos:
uno de traslación y otro de rotación. Esto sería así de sencillo si no fuera
porque este sólido es el planeta Tierra, y que a su vez se encuentra afectado
por otros movimientos y por acciones externas e internas que pueden reconfigurar
la biocenosis[1] del planeta.
PRECESIÓN,
o la precesión de los equinoccios, su descubrimiento se le
atribuye a Hiparco de Nicea que fue el primero
en establecer entre el 147 al 127
a.C., el valor de dicho movimiento de la Tierra con una aproximación
extraordinaria para su época.
El movimiento de Precesión es el movimiento que se encuentra asociado
con el cambio de dirección en el espacio, que experimenta el eje instantáneo de rotación [CIR]
de un cuerpo que gira formando un ángulo y al moverse dicho eje genera
una superficie cónica o cono de revolución en
torno al eje perpendicular [o eje de la Precesión] al punto sobre el que gira [véase imagen].
Su ejemplo lo tenemos
en el movimiento que realiza una peonza o trompo,
al rotar cuando su eje se encuentra inclinado. Si observamos, el trompo posee
un movimiento de cabeceo que es similar a la Precesión. Este
movimiento de Precesión aparece cuando un cuerpo gira alrededor de un eje en un
ángulo que no es ni el máximo, ni el mínimo momento de inercia, y puede estar acompañado de otros movimientos propios
de los cuerpos en rotación, como es el de Nutación
Si observamos [véase imagen] el eje que establece
el polo de la eclíptica [eje perpendicular al plano de la eclíptica], el movimiento de Precesión es la lenta y gradual orientación
que va adoptando el eje inclinado de la Tierra, en su giro en torno al eje-polo de la eclíptica, trazando como vemos en su lento movimiento [contrariamente a lo que ocurre
en el movimiento del trompo], un cono invertido cuya
circunferencia en torno a este polo tarda en completarse 25.776 años, período al que se conoce como año platónico.
En la imagen se
define claramente como en torno al eje inclinado de la Tierra se produce la Rotación
terrestre de 24 horas, mientras este mismo eje se
sigue desplazando lenta e inclinadamente [su giro
completo son 25.776 años]
en torno al eje de la Eclíptica[1], formando en
su desplazamiento un “cono invertido” cuyo centro se encuentra en el centro de la Tierra.
Se produce por lo
tanto a lo largo de esos 25.776 años, un cambio
de dirección muy lento del eje de rotación terrestre sobre el plano de la Eclíptica[1], que provoca variaciones posicionales del plano del ecuador y un
cambio en nuestra orientación hacia las estrellas,
que algunos autores han tasado en 1 día cada 70,6 años.
NUTACIÓN
Es un movimiento de cabeceo
[véase imagen]
que se produce en el eje de rotación terrestre, cuyo nombre del latín “nutare” que significa cabecear
o oscilar, es lo que mejor define el movimiento. El movimiento de
Nutación de la Tierra
fue descubierto en 1728 por el astrónomo inglés
James Bradley.
La Nutación
es pues una oscilación permanente del eje de rotación, podríamos decir
que el eje no se desplaza [movimiento de Precesión] de manera uniforme, sino
que en dicho desplazamiento “cabecea” generando el movimiento de Nutación, que es debido a las fuerzas gravitatorias
externas entre la Luna
y el Sol con la Tierra.
En el caso de nuestro
planeta la Nutación se superpone con el
movimiento de Precesión en su oscilación y al
balanceo de la oblicuidad de la eclíptica.
La Nutación
hace que el eje de Rotación de la
Tierra oscile cada 18,6 años a “cada
lado” hasta los 9 segundos de
arco del valor medio de la oblicuidad media de la eclíptica estimada en 0.47"
por año, lo que se refleja en los trópicos y círculos polares medios un
desplazamiento de unos 14,4
metros. Sin embargo en años de máxima diferencia,
la Nutación
modifica esta oblicuidad en poco más de 3" a 3,5" de un año a otro, lo que en la Tierra puede representar
una diferencia posicional de hasta 110 m.
Se ha verificado y establecido en ciclos de 18,6 años, las diferencias de ubicación
entre trópicos y círculos polares “medios”, que
puede alcanzar hasta los 300 metros, y en la ubicación
de los trópicos y círculos polares “verdaderos”
puede superar los 700 metros de distancia en el
plazo de 10 años, período máximo de alejamiento para que vuelva a comenzar el
ciclo.
1.
AFELIO y PERIHELIO: Afelio es el punto “más
distante” del Sol en la órbita de un planeta o cualquier otro objeto
astronómico. Por el contrario perihelio es el punto
“más próximo” al Sol. Ambos puntos reciben el nombre de puntos absidales.
2. CINEMÁTICA DEL SÓLIDO RÍGIDO: es la aplicación de
la Cinemática al movimiento de un objeto tridimensional en el
“espacio”. El movimiento más general de un sólido rígido se considera como la
superposición de dos tipos de movimiento básicos del cuerpo: el de Traslación y el de Rotación.
3.
PLACA TECTÓNICA o LITOSFÉRICA: es un fragmento de Litosfera que se mueve como un bloque
“relativamente” rígido sobre la Astenosfera.
La teoría sobre la Tectónica de Placas explica la estructura y la zona dinámica
superior de la superficie terrestre, describiendo su movimiento,
direcciones e interacciones. Son de dos tipos: las placas litosféricas
de la corteza oceánica y las de la corteza continental. Hay también placas mixtas que se encuentran cubiertas o
“montadas” por una placa de la corteza continental y así mismo y en parte por
corteza oceánica. Existen en la actualidad 15 placas
tectónicas principales y 42 placas secundarias. Los límites entre placas
son de tres tipos: Divergentes [se separan],
que corresponden esencialmente a la corteza oceánica; Convergentes
[chocan entre sí], y generan bien fenómenos de subducción
o bien de colisión y
de Fricción, cuando se desplazan
“lateralmente” generando grandes terremotos.
4. FORZAMIENTO RADIATIVO: su definición exacta es: la variación expresada en W m–2, del flujo
radiativo en la tropopausa o parte superior de la atmósfera debida a una
variación del causante externo del cambio climático. Es el término con
el que se denomina la perturbación externa que se suma al balance radiativo del
sistema climático de la Tierra,
que puede conducir a cambios en los parámetros climáticos. Puede deberse a
cambios de la radiación solar incidente o a diferentes cantidades de gases
radiativos. El forzamiento puede ser “positivo”,
que tiende a calentar el sistema por recibir
más energía que la emitida por el planeta, o puede ser “negativo” por recibir
menos energía que la emitida. Este término ha sido acuñado por el Grupo Intergubernamental de Expertos por el Cambio Climático
[IPCC] en 1988.
El
bamboleo de Chadler
Es otro movimiento
asociado al eje de la Tierra,
una pequeña variación descubierta por el astrónomo norteamericano Seth Carlo Chadler en 1891.
Es un pequeño movimiento oscilatorio de los polos de la Tierra, que se mueve describiendo
sobre la superficie terrestre una circunferencia
irregular, con diámetros que
oscilan entre los 3 y los 15 metros, lo que
supone una variación de 0,7 segundos de arco en un período de 433 días.
Realmente supone un
movimiento añadido de dimensiones mayores al de la Precesión de los
equinoccios y que necesita para completarse unos 26.000
años [véase imagen].
Desde el descubrimiento del diámetro del bamboleo de
Chadler, se sabe que su máxima amplitud registrada se produjo en 1910.
Su origen es
desconocido, aunque se ha considerado como el producto de las actividades de
las placas tectónicas[8]; la presión fluctuante del fondo oceánico originada por
los cambios de temperatura y el grado de salinidad; las corrientes oceánicas,
incluyendo terremotos, vulcanismo,
fenómenos climáticos como el Niño, e incluso el
resultado del calentamiento global, pero no
existen datos en la actualidad que lo acrediten.
El 18 de julio del
2000 el Jet Propulsión Laboratory de la NASA
anunció que “la causa principal del bamboleo de
Chadler es la presión fluctuante del fondo oceánico, originada por los
cambios en la temperatura y la salinidad, y por los cambios en la dirección de
las corrientes oceánicas”.
El bamboleo de Chadler es un factor que se ha tenido que
tener en cuenta en los sistemas de navegación por satélite, por las variaciones
posicionales que genera.
Las variaciones
orbitales o ciclos de Milankovitch
Se consideran como
una de las principales causas generadas por los períodos glaciales.
El astrónomo,
matemático y geofísico serbio Milutin Milankovitch
formuló teorías relativas a los movimientos de la Tierra y su influencia
sobre los cambios climáticos a lo largo de la historia de la Tierra.
Establece Milankovitch que las “variaciones
orbitales” son las causantes de los períodos glaciales e interglaciares,
más evidentes en la última y actual época geológica del Cuaternario que se
inició hace 20.000 años. Argumenta que las
variaciones producidas en la radiación solar, no han debido suponer alteraciones
cuantitativamente suficientes como para poder cambiar el clima del planeta, pero
contrariamente los cambios que se producen en los movimientos
y en la órbita terrestre, si pueden ser “la
causa” de estos cambios climáticos.
Su teoría establece que
la Tierra gira
alrededor de la Tierra
influida por tres parámetros básicos
que “modifican” tanto los movimientos de Traslación
como los de Rotación terrestres, siendo estos:
1º ►
Excentricidad de la órbita de Traslación:
que varía sus valores extremos cada 100.000 años,
suponiendo la radiación solar entre el 1% y el 11% entre su afelio[6] y su perihelio[6]. La “componente mayor de
estas variaciones” ocurre en un período de 413.000
años, existiendo también “ciclos” de
entre 95.000 y 136.000
años, siendo el ciclo mas repetido y conocido de los ≈100.00 años. En la actualidad la
radiación que nos llega supone un aumento en el entorno del 6´8% en la
radiación solar entrante.
Cálculo de la velocidad en un punto de una órbita elíptica
Las
denominaciones de afelio y perihelio se han establecido al hablar de la Tierra o cualquier otro
planeta del sistema solar cuyo astro es el Sol = Helios. En el caso de un cuerpo de mayor masa o
“astro” que es el “primario” en torno al cual
gira otro cuerpo de inferior masa o “secundario”,
el punto de su órbita elíptica donde la distancia es mínima entre los dos se
denomina como Periastro o Periapsis, y aquél en
que la distancia a la órbita es más lejana como Apoastro
o Apoapsis.
En
base a la segunda ley de Kepler podemos
calcular su velocidad de traslación, que no es la misma en todos
los puntos de su órbita, asi:
Si
es: a =
distancia media; y e =
excentricidad, tenemos :
q = a[1 – e]
, siendo
q = Periastro o punto de la órbita a
la distancia mínima del primario
Su Vp = Velocidad de traslación es máxima en su Periastro o Periapsis, y se puede calcular sabiendo
que:
a = semieje mayor de la órbita ; M = la masa del cuerpo “primario”; y
G = constante de
gravitación universal, mediante la fórmula :
Vp = √ G.M/a x [1+e] / [1– e]
2º ► Inclinación axial de la
órbita: la inclinación de la órbita
terrestre tiene un ciclo de ≈100.00 años
respecto al plano fijo, muy parecido al período de excentricidad también de ≈100.00 años. Como se ha citado el cambio del eje terrestre
respecto al polo de la Eclíptica[1] oscila entre
el 22,1º y los 24,5º
cada 41.000 años, que aunque no modifica la cantidad radiación del Sol que
recibe el planeta, si varía la distribución de insolación sobre la
superficie afectada.
Cuando la inclinación
aumenta acercándose a los 24,5º, los inviernos son más fríos y los veranos más calurosos.
Cuando la inclinación se acerca por el contrario al entorno de los 22,1º, los inviernos son más
apacibles y los veranos más frescos. En la actualidad, como hemos visto,
nos acercamos al límite superior de los 22,5º.
3º ► Precesión de los
equinoccios: el achatamiento de la esfera
terrestre por los polos hace que la
Tierra oscile como una peonza, produciéndose por lo tanto a
lo largo de un ciclo de 25.776 años, un cambio
de dirección muy lento del eje de rotación terrestre sobre el plano de la
eclíptica.
Estos ciclos, unidos
a los forzamientos radiativos[9] positivos superficie-troposfera impuestos por
factores externos, tienden a calentar el sistema, como consecuencia de acumular más energía recibida que la emitida.
En resumen la
combinación de todos estos factores se “suman”,
según estudios realizados, desencadenando cada ≈100.000
años un período glacial en el planeta,
de mayor duración que los intervalos interglaciales.
Pensemos además, que la citada inclinación del eje de la Tierra, actualmente de 23º26´14´´, sigue disminuyendo y cuanto menor sea, menor es la insolación en el hemisferio norte terrestre y mayor en el hemisferio sur.
Todo lo que conocemos
lleva a una CONCLUSIÓN:
que existe un “cambio climático”
permanente en el planeta desde que la Tierra se formó hace 4.470 mill.años, “entre otras cosas”, determinado
por los movimientos del mismo.
La Tierra
es un sistema vivo que se mueve en el espacio y
que se encuentra sujeto a múltiples variables, que de una forma que “no conocemos”,
repite ciclos climáticos, ciclos de generación de vida y también ciclos donde ésta se “extingue”, como más adelante veremos.
El ser humano nunca
controlará la Tierra,
pero ésta SI ESTABLECE DÍA A DÍA NUESTRO DESTINO.
► Seguirá en la 7@ PARTE, Etiqueta 102