El cambio
es la única cosa en el universo que no cambia
Hellmuth Wilhem [1905~1990] sinólogo alemán
Sabemos que dentro de
la Geodinámica[7] externa del planeta, que es la que se
dedica al estudio de los agentes y fuerzas externas de la Tierra tales como la temperatura, agua, viento, hielo, afecciones del clima,
tormentas, etc., es propiamente la interacción de todos estos fenómenos sobre las capas
superficiales de la Litosfera[1] a lo largo de miles de millones de años, la
que ha posibilitado la existencia de un Geosistema[2] o “suma” de
todo el conjunto de las:
► Entidades bióticas :
o biosfera[3],
► Entidades abióticas : o la atmósfera,
hidrosfera y litosfera, y
► Entidades antrópicas : o la formada por los seres vivientes.
La formación de la Atmósfera
y del Agua, Océanos y Mares en la Tierra, han sido dos
elementos esenciales para la creación y aparición de todo tipo de VIDA en el planeta.
Como veremos más
adelante cuando exponga dicha “aparición” hace unos 3.500
mill.años, que los dos primeros elementos que la generaron [N2
y O2]
no sólo han sido “providenciales” por su proporción y
forma, sino que son muy “diferentes” a
lo que atmosféricamente los científicos han encontrado en otros planetas de
nuestro propio Sistema Solar, que en principio
y como se sabe al día de hoy, no ha podido generar vida tal y como la
conocemos.
Pongo como un simple
ejemplo los porcentajes “esenciales” de la composición
de la Atmósfera/otros
componentes, que salvo en la
Tierra, no se repiten
en otros planetas de nuestro Sistema Solar:
CUADRO
I - Gases Atmosféricos: Comparación entre VENUS, MARTE y TIERRA
|
Gas /
Dato
|
VENUS
|
MARTE
|
TIERRA
|
“sin vida”
|
“con vida”
|
Dióxido de carbono [CO2]
|
96%
|
95,32%
|
98%
|
0,03%
|
Nitrógeno [N2]
|
3%
|
2,7%
|
1,9%
|
78,08%
|
Oxígeno [O2]
|
Vestigios
|
0,13%
|
Vestigios
|
20,95%
|
Argón
|
0,007%
|
1,6%
|
0,1%
|
0,093%
|
Vapor de Agua
|
0,002%
|
0,021%
|
Vestigios
|
1,00%
|
Temperatura en superficie [med. ºC]
|
463,85ºC
|
-46ºC
|
290º±50ºC
|
14,05ºC
|
Presión en superficie [atm.]
|
92
|
8
|
60
|
1
|
Composición: JUAN ADIA©
|
1.
LITÓSFERA: capa externa y rígida de la Corteza de la Tierra constituida
básicamente por silicatos, de profundidad variable entre los 0 y los -130 kms.
de profundidad, que se encuentra dividida en placas que engloban áreas
continentales y oceánicas e integran en su espesor la Astenosfera, que a su
vez se asienta-separa del Manto superior por la discontinuidad
de Mohorovicic.
2. GEOSISTEMA: El geosistema considera al planeta
Tierra como una unidad, que suma el conjunto de
sus entidades bióticas o Biosfera, las abióticas que son la litosfera, atmósfera e
hidrósfera, y las antrópicas formada por los
seres vivientes. Entre todas ellas se producen
permanentes interrelaciones que originan
cambios en la estructura terrestre cualitativos y cuantitativos. El Geosistema es un sistema material que tiene la
capacidad de autodesarrollarse y procurar un
equilibrio en defensa de una evolución del sistema general. El Ecosistema es un bioma compuesto por la suma de la entidades bióticas, abióticas y antrópicas,
y genera complejas interacciones entre la multiplicidad de organismos
vivos y los flujos de energía
existentes. GLIESE 710: es una estrella, enana naranja de tipo espectral de la Constelación de la Serpiente, que se
encuentra a 63 años-luz del sistema solar. Tiene una masa aproximada a 0,42
masas solares y una luminosidad muy escasa, de un 4,2% la del Sol. Según los
últimos datos del satélite Hipparcos, Gliese se aproximará a la Tierra dentro de 1,4
millones de año hasta una distancia de 1,1 años-luz (70.000 ua, o 10,5 billones
de kms.), causando importantes perturbaciones gravitatorias sobre el sistema
solar.
3.
BIOSFERA [ecoesfera o biogeosfera]: Es el ecosistema global del planeta
Tierra, “conjunto” de todos los ecosistemas que lo conforman y que
incluye no sólo a los seres vivos, sino al medio físico que habitan y las relaciones que se producen entre ellos, incluyendo a los fenómenos ambientales que se dan en él. Muchos
científicos establecen que es “el espacio único donde la VIDA ha tenido lugar”,
dado que dentro del sistema solar, el planeta Tierra es hasta hoy el único
lugar donde se conoce su existencia.
La Atmósfera terrestre
Es la capa gaseosa externa que envuelve a la Tierra y que se mantiene
unida a ella merced a la fuerza que ejerce la gravedad terrestre. La Atmósfera es una parte esencial para la vida, al depender de
ella funciones tan importantes como:
► Generar y mantener un espacio
respirable y de gases imprescindibles para la vida del ecosistema global o Biosfera[3] del planeta Tierra.
► Formar parte de ese ciclo
hidrológico regenerador del agua y del clima.
► Servirnos de protección frente
a los rayos cósmicos y redistribuir la energía recibida
del Sol,
► Mantener de forma cíclica una temperatura media
imprescindible para el esarrollo de un habitat único,
un medio físico esencial para los seres vivos.
El
éxito de sus múltiples funciones y regulación lo demuestra la multidiversidad e
vida y especies, que a lo largo de la larga historia del planeta ha pasado por
extinciones masivas, volviendo a regenerarse cada una de las veces, de nuevo la
vida.
Esta mezcla de gases
propiciadora, a la que denominamos genéricamente como “aire”,
se encuentra formada esencialmente en un 99% por
dos gases fundamentales: el oxígeno [21%]
y el nitrógeno [78%], suponiendo el 1% restante otros gases como el argón, dióxido de carbono, neón, helio, metano, hidrógeno,
vapor de agua, etc.
El 75% del total que supone esta “masa atmosférica” se sitúa
en los primeros 11 kms. de la superficie
terrestre, distribuida como veremos en sucesivas capas concéntricas que se
extienden hasta el espacio exterior.
Ésta proporción de
gases de la Atmósfera y la acción que realizan
las diversas capas que la conforman, son las que protegen la vida en
el planeta.
En la ATMÓSFERA
terrestre se distinguen dos “regiones”, clasificadas por su distinta
composición atmosférica: la Homosfera y la Heterosfera, así:
► Homosfera: ocupa los 80 kms. iniciales, teniendo una
composición de gases prácticamente constante y uniforme debido a los fenómenos
de mezcla convectiva[4] y turbulenta.
Esta composición de gases es la que forma el “aire”
tal y como lo conocemos.
La Homosfera
comprende las siguientes capas:
1ª – Troposfera
1.1ª - Ozonosfera
2ª – Estratosfera, y
3ª – Mesosfera
■ Troposfera: es
la 1ª capa de la Atmósfera
teniendo un espesor variable entre los 9 a los 18 kms. de las zonas polares a los 18 a
20 kms. de las zonas intertropicales.
En su capa se
producen los fenómenos que van unidos a los factores meteorológicos y que
influyen en los seres vivos como los vientos,
la lluvia y la nieve
y contiene aproximadamente el 75% de la masa de gases
totales que compone a la
Atmósfera.
Es el “regulador térmico” del planeta que evita grandes
diferencias de temperatura entre el día y la noche, siendo vital para los seres
vivos, pero su temperatura disminuye con la altitud, produciéndose por cada 100 metros de ascenso
una disminución de 0,64ºC, con arreglo a:
ΔT / Δh = – 0,64ºC
La temperatura de
esta capa desciende desde la ambiental existente
en la superficie del planeta hasta unos – 57ºC en su límite con
la tropopausa, disminuyendo con la altitud en
un gradiente de – 0,64ªC por cada 100 metros de altitud.
Y la separa de la estratosfera,
la tropopausa o “capa de transición”, situándose su límite superior en
el entorno de los 9 kms. sobre los polos
y unos 17 kms. en el ecuador. A partir
de la tropopausa comienza a aumentar la
presencia de ozono.
Estratosfera: es la 2ª capa de la Atmósfera
y según establece su propio nombre, se dispone
en capas o estratos más o menos horizontales. extendiéndose desde los 9 a
18 kms. en que termina la troposfera hasta
los 50 kms. de altitud, comprendiendo en este espesor
a una subcapa terminal a la que se denomina como Ozonosfera.
Su temperatura pasa
de unos – 57ºC
hasta los +20ºC
en su límite con la Mesosfera.
■ Ozonosfera: forma parte y se encuentra contenida en la estratosfera, denominándose así a la capa de mayor concentración de ozono que aproximadamente se
extiende desde los 20 a los 40/50 kms. de altitud.
Concentra
el 90% del ozono presente en la atmósfera,
que es a su vez el que “absorbe” del 97% al 99%
de toda la radiación ultravioleta de “alta
frecuencia” o radiaciones con un λ menor de 360
nm que llega
del Sol.
El
ozono [O3]
es una forma alotrópica del oxígeno que solo es
estable en determinadas condiciones de presión y temperatura, y que actúa como filtro o escudo protector ante
las radiaciones nocivas y de alta energía que llegan a la Tierra, permitiendo sólo el
paso a las ultravioletas de onda larga, cuya
radiación es esencial para la vida en el planeta al posibilitar que se realice
la “fotosíntesis”[5]
en el reino vegetal, base fundamental de la
cadena trófica.
Al igual que en la
anterior capa, la estratosfera termina en una “capa de transición” en su límite superior, a la que
se denomina como estratopausa.
Mesosfera: es la 3ª
capa
de la Atmósfera
extendiéndose entre los 50 y los 80 kms. de altitud, conteniendo al parecer tan
sólo el 0,1% de la masa total del “aire”, y es la zona más fría de la Atmosfera. Es
importante por su capacidad de ionización de las reacciones químicas que
suceden en ella. La temperatura de esta capa puede bajar por encima de los – 80ºC
a su nivel en los 80 kms. con la
Ionosfera.
Al igual que en la
anterior capa, la mesosfera termina en una “capa de
transición” en su límite superior, a la que se denomina como mesopausa.
El
fenómeno del Airglow o la “luminiscencia nocturna”, es uno de los muchos fotometeoros que se producen en la atmósfera. El Airglow es la emisión de luz
producida por la atmósfera del planeta que tiene lugar cerca de la mesopausa, consecuencia de la reestructuración de los
átomos-moléculas ionizadas por la luz solar o por los rayos cósmicos durante el
día.
Se origina en
diversas capas como la capa del OH
a unos 85 kms., y la de O2 situada a unos 95 kms. de altura
y ambas con un espesor de unos 10 kms.
El nitrógeno es el elemento
más importante por su concentración, en la generación del fenómeno del Airglow, tanto cuando se combina con el oxígeno como
con el hidrógeno.
Los fotometeoros que se producen en la atmósfera son muy
numerosos.
4.
CONVECCIÓN [CONVECTIVO/A]: es una de las tres formas de “transferencia del calor”. Se caracteriza porque se
produce siempre por un medio “fluido” [líquido,
gas o plasma], que transporta el calor entre zonas con diferente temperatura. La
convección se produce únicamente a través/ por medio de materiales, la
evaporación del agua o fluidos. La convección es en sí mismo: “el transporte de calor por medio del movimientos del
fluido”. Esta transferencia implica el transporte de calor en “un volumen”
y la mezcla de elementos macroscópicos de porciones calientes y frías de un gas
o líquido.
5. FOTOSÍNTESIS: La fotosíntesis
es la conversión de materia inorgánica en materia
orgánica gracias a la energía que aporta la luz solar. En este proceso
la energía lumínica se transforma en energía química estable. De todas las
células eucariotas, únicamente las fotosintéticas presentan cloroplastos,
poseen unos orgánulos que usan la energía solar para impulsar la formación de
ATP y NADPH, que son compuestos utilizados con posterioridad para el ensamblaje
de azúcares y otros compuestos orgánicos.
► Heterosfera: se la denomina así debido
a que las capas de nitrógeno, oxígeno y helio se
encuentran ionizadas, en ella la temperatura vuelve a ascender alcanzando
temperaturas de hasta los 1.500ºC debido a la absorción
de radiaciones de alta energía.
Ocupa desde los 80 kms. hasta el límite superior de la Atmósfera, que se
considera sobre los 10.000 kms., formándose por
su composición diferente diversas capas estratificadas de gases que se sitúan:
□ De los 80 a
400 kms…………:
Capa de nitrógeno molecular
□ De los 400
a 1.100 kms……: Capa de oxígeno atómico
□ De los 1.100
a 3.500 kms…: Capa de helio
□ De los 3.500
a 10.000 kms: Capa de hidrógeno
La Heterosfera comprende las siguientes capas:
4ª – Termosfera o Ionosfera,
y la
5ª – Exosfera
■ Termosfera o
Ionosfera: es la 4ª capa de la Atmósfera
de la Tierra,
que se sitúa entre los 80 y los 690/800 kms., y se denomina así por la elevación de
temperatura que se produce en ella en función de la altitud como consecuencia
de la radiación solar, pudiendo oscilar estas temperaturas entre los 1.000 y 1.500ºC, e
incluso pudiendo ser mayores, aunque hay que establecer que al ser su densidad “muy baja”, estas elevadas temperaturas no
se corresponden con la sensación de calor que expresan.
Los gases en esta
capa se encuentran fuertemente ionizados,
aumentando esta ionización con la altura, alcanzando varios máximos y
denominados por sus capas:
□ De 60 a
80…..: La D
o base de la ionosfera;
□ De 80 a
120…: La E
o de Kennelly-Heavyside a 120 kms.;
□ De 180 a
600: Las capas F o de Appleton, siendo:
● la F1 entre los 180 y los 300 kms., y
● la F2
entre los 300 a
los 600 kms., capa más alta de la ionosfera.
Estas
capas ionizadas son conductoras de la electricidad y reflejan las ondas
herzianas, muy principalmente las de onda corta.
A partir de los 600 a
los 800 kms. empieza la Exosfera o capa externa, que sólo contiene un 1% de la “masa total” de los gases de la Atmósfera.
Al igual que en la
anterior capa, la termosfera termina en una “capa de
transición” en su límite superior y la separa de la exosfera, a la que
se denomina como termopausa.
■ Exosfera: Es
la 5ª y última capa de la Atmósfera,
que se sitúa entre los 800/1.000 a los 10.000 kms.. Es la región atmosférica más distante de
la superficie terrestre, encontrándose relativamente indefinida, y siendo el
área de “transición” donde los átomos escapan hacia el espacio
interplanetario.
La función
esencial de la Atmósfera
El planeta con su
formación ha generado el único espacio que ha viabilizado la existencia de
vida. La atmósfera en “interacción”
con la hidrosfera, que definiremos a continuación,
son los dos elementos esenciales que permitieron hace 3.500 mill.años la aparición de los primeros vestigios de la vida.
Esta situación, no
por haberla repetido varias veces, deja de ser el “gran
milagro” que se produjo en la
Tierra.
La atmósfera combina una gran serie de factores esenciales como:
1º -► Es la capa “respirable”
de ese ecosistema global o Biosfera del planeta
Tierra y de todas las entidades bióticas que se
desarrollan en su espacio respirable.
2º -► Su “formula” o
composición con un oxígeno [al 21%] y el nitrógeno [al 78%], como hemos citado,
son al día de hoy un “milagro” científico, y además tenemos
que tener en cuenta que no siempre la composición de la atmósfera terrestre ha
sido la misma, sino que ha variado a lo largo de la vida del planeta por
diversas causas. Las diferencias en la radiación solar, la formación de la
magnetosfera y otras múltiples causas han ido
ajustando a lo largo de miles de mill.años
la atmósfera hasta sus parámetros actuales.
3º -► Es la capa o “escudo”
que nos protege de los múltiples agentes externos, procedentes del espacio
como: ondas e impactos
de alta energía, radiaciones solares nocivas
[un 90% de las cuales son absorbidas en la estratosfera], protección ante las eyecciones de la masa coronal, asteroides, meteoritos
y polvo y otros fragmentos
cósmicos, etc.
4º -►
Su función es vital como “regulador térmico” del
planeta que evita las grandes diferencias de temperatura entre el día y
la noche, siendo vital para los seres vivos. Este regulador
térmico genera el clima cambiante, los vientos, nubes y tormentas que
distribuyen por la superficie del planeta ese “agua
vital” en forma de lluvias y del resto de los fenómenos meteorológicos
inherentes al clima.
5º -► La regulación gradual de la presión y la
formación por parte de todos sus componentes gaseosos de su “efecto invernadero” natural, con absorción de gran
parte de la radiación infrarroja que es refractada por la superficie terrestre
al espacio en base al forzamiento radiativo[6] .
La atmósfera y la
hidrosfera son los dos elementos esenciales de la Geodinámica[7] externa de la Tierra, que conforman ese
sistema de capas aire-agua superficiales del planeta, cuya interacción dinámica se encuentra estrechamente
relacionada.
Del origen y
formación del agua en la Tierra
hablamos en la Etiqueta 81: [ver 1].
6. FORZAMIENTO RADIATIVO: Como concepto general es
un forzamiento radiativo en el clima, y
significa cualquier cambio en la radiación [calor] entrante
o saliente de un sistema climático. Puede
deberse a cambios en la radiación solar incidente, o a diferentes cantidades de
gases activos radiativos. La variación expresada en W m–2, del flujo
radiativo en la tropopausa o parte superior de la atmósfera debida a una
variación del causante externo del cambio climático. Es el término con
el que se denomina la perturbación externa que se suma al balance radiativo del
sistema climático de la Tierra,
que puede conducir a cambios en los parámetros climáticos. El forzamiento puede
ser “positivo”, que tiende a calentar el sistema por recibir más energía que la
emitida por el planeta, o puede ser “negativo” por recibir menos energía que la
emitida. Este término ha sido acuñado por el Grupo
Intergubernamental de Expertos por el Cambio Climático [IPCC] en 1988.
7.
GEODINÁMICA [de la Tierra]: es la
rama de la Geología
que trata sobre los agentes o fuerzas que intervienen en los procesos dinámicos
de la Tierra. Se
subdividen en:
>
Geodinámica externa o de los procesos exógenos, que estudia los agentes y fuerzas externas de la Tierra, tales como el
viento, temperatura, humedad, aguas, hielo, etc., así como el clima y la
interacción de este sobre la capas superficiales del planeta; metodologías y
técnicas sobre las “formas del relieve” o Geomorfología y la acción/es de sus
agentes como el agua o Hidrogeología, y la
>
Geodinámica interna o de los procesos endógenos, que estudia los factores y fuerzas profundas del
interior de la Tierra,
y sus técnicas geofísicas y métodos especiales para el conocimiento de la
estructura de capas más profundas y su comportamiento; dinámica de los procesos
que han configurado la estructura de la Tierra como la “convección” del Manto terrestre o
Geofísica; análisis de las ondas sísmicas o Sismología; dataciones radiométrica
de los materiales y rocas y otros.
El “efecto invernadero”
en la Tierra
Existe un equilibrio
térmico en la Tierra
entre la recepción
de la radiación solar y la emisión de radiación
infrarroja que “devuelve al espacio” la energía recibida por el Sol. Este equilibrio térmico o balance energético de la Tierra, es lo que le
permite mantener la temperatura al planeta dentro de ese “margen que posibilita la vida”.
El sistema durante períodos
largos de tiempo debe mantenerse en
equilibrio.
La radiación solar entrante en la atmósfera se debe
compensar por la radiación saliente, puesto que
si la entrante fuese mayor a la saliente, se produciría un calentamiento global. En el caso contrario se
produciría un enfriamiento.
Por lo tanto su
fórmula es que: la energía radiante solar debe
ser igual a la radiación saliente reflejada +
la radiación térmica infrarroja saliente. Todo
lo que contribuya a romper este “vital” equilibrio,
contribuye a la destrucción de este balance energético.
La Tierra,
por el calentamiento de su núcleo interno, es un cuerpo caliente que emite su
propia radiación térmica, radiación que es mucho
menor que la que recibe del Sol.
El Centro Nacional de Investigación Atmosférica de los
EE.UU. [NCAR] ha estimado que la oscilación de
la temperatura media anual entre el mes de julio [15,9ºC] y el mes de enero
[12,2ºC], teniendo en cuenta la compensación entre los dos hemisferios [que se
encuentran en estaciones climáticas diferentes], supone una radiación media anual emitida por la Tierra de 396 w/m².
Se sabe que la energía infrarroja emitida por la Tierra, es en su mayor
parte atrapada por la atmósfera y reenviada de nuevo a la Tierra [ver imagen]. A este fenómeno es al que se denomina como “efecto invernadero”, que garantiza el mantenimiento
de temperaturas templadas, viables en el planeta. Según el NCAR el efecto invernadero hace
retornar a la Tierra
333 w/m².
El efecto invernadero es
pues, un proceso que se produce en esta segunda fase
de retorno de la energía, cuando la radiación térmica reirradiada por la superficie del planeta, al
alcanzar de nuevo la atmósfera es absorbida y retenida
por los gases de efecto invernadero [GEI] existentes, y que a su vez reirradian esta energía en todas direcciones. Una
parte de ella es “devuelta” hacia la superficie
terrestre y a la atmósfera interior, lo
que es la “causa” del incremento de la temperatura
superficial media del planeta, situación que no se produciría en
ausencia de los GEI. Pero no todo es tan
negativo, como les expongo a continuación.
En este proceso, el
aire atmosférico retiene una gran parte
de la radiación infrarroja reirradiada por la Tierra, siendo esta absorción e incremento
energético, el origen de una compleja serie de fenómenos
atmosféricos que son estudiados por la Meteorología en sus efectos a corto
plazo, y por la Climatología en el largo plazo.
El Balance Energético
del planeta en términos absolutos:
Según el NCAR el planeta globalmente absorbe de la energía
solar 161 w/m² y del efecto invernadero recibe 333
w/m², lo que hace un total de 494 w/m².
La superficie de la Tierra emite [o pierde]: de calor sensible 17w/m², de calor
latente de la evaporación 80 w/m², y de energía infrarroja 396 w/m², lo que suma un total de 493w/m²,
dejando un resto neto de absorción de +1,00 w/m², lo que lleva a un proceso lento en el calentamiento en la Tierra.
Las mentiras publicadas
sobre el CO2:
A pesar de lo mucho que se habla, el problema “no se encuentra” en el Dióxido de Carbono [CO2] o “no sólo” en él. Como
hemos visto al comienzo de la página en el CUADRO I,
los gases que componen la atmósfera son fundamentalmente tres: Nitrógeno [78,08 %], Oxígeno
[20,95 %] y Argón [0,093 %].
Pero son en ésa composición total los gases “minoritarios”,
como el Dióxido de Carbono [CO2] con una proporción del 0,035 % = 350 ppm
y el Ozono [O3] los que desarrollan esta actividad radiativa.
Aunque ES curiosamente el Vapor de Agua, que se encuentra en la atmósfera en una proporción del 1 % = 10000 ppm, y al que se considera también como un gas radiativo, es por sus efectos realmente el culpable. Es el primer gas natural “culpable” del efecto invernadero con mucha diferencia. Y además es por su preencia el más importante, muy por delante del CO2 que ocupa el segundo lugar por sus efectos.
Tampoco debemos “demonizar” el llamado “efecto invernadero” producido por estos gases,
porque el efecto invernadero es ESENCIAL para la vida en el planeta: sin el Vapor de Agua, ni el CO2 la temperatura
media del planeta sería de unos 33ºC
“menos”, es decir se situaría en el orden de los 18ºC “bajo cero”, lo que haría casi inviable la vida.
Como hemos citado en la Etiqueta
90[ver 2], el verdadero reto de la humanidad ante un calentamiento global no se encuentra en el CO2,
sino en el Metano,
un aumento entre los 1º y 3ºC
en las temperaturas “medias” del planeta,
generaría respuestas inmediatas de las amplias reservas existentes de Metano
calculadas entre los 1,4 a 1,85 billones de
toneladas métricas y existente en extensas superficies de la Tierra, un gas que es mortal para
la vida, incoloro, inodoro y altamente “explosivo”.
Balance energético de la
Tierra
Balance energético de la Tierra donde se contabiliza claramente el papel de
las nubes. Fuente NASA
La Tierra se encuentra sometida a una
insolación permanente a la que hay que añadirle los cambios de calor/radiación interna terrestre a lo largo de miles de
millones de años, que procede de dos únicos factores:
Ø 1- El calor radiógeno o calor procedente de la desintegración radioactiva de los isotopos del
Manto y la Corteza, y
Ø 2 – Del calor primordial que resta todavía de la formación de la Tierra.
Ambos factores alimentan los procesos
geológicos que son los que impulsan la Tectónica de Placas.
La suma total de ambos factores supone un 0,03% del Presupuesto energético de la Tierra en la superficie. Si observamos la imagen podemos establecer como Presupuesto energético final de la Tierra:
Ø Balance energético: 340,4 – 77,0 – 22,9 = 240,5 – 239,9 = 0,6 W/m²
Se estima que el Balance Energético final y "actual" existente, fluctúa entre los 0,6 y el 1 W/m²
► Seguirá en la 8@ PARTE, Etiqueta 103